Nueva York, 9 de octubre. Críticas, reacciones de sorpresa así como llamados para que intensifique los esfuerzos por alcanzar la paz en el mundo, recibió este viernes el presidente estadunidense Barack Obama de parte de gobiernos y personajes políticos de todo el orbe, tras ser nombrado premio Nobel de la Paz 2009.

El presidente Felipe Calderón felicitó a Obama y reconoció sus esfuerzos en favor de la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos. Mediante una carta, el mandatario le deseó éxito en sus iniciativas en beneficio de la convivencia pacífica entre las naciones y el fortalecimiento del multilateralismo.

En un comunicado, la presidencia mexicana dio cuenta del mensaje en que el michoacano también reiteró su compromiso de continuar con el apoyo en la construcción de un orden global más justo y sustentado en principios humanistas que promuevan la dignidad del hombre, sus derechos fundamentales y el bienestar de las sociedades, en un ambiente de paz, responsabilidad compartida y libertad.

Desde Nueva York, el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó de sorpresivo el anuncio e instó al mandatario a mostrar su compromiso con la paz renunciando a la utilización de bases militares colombianas.

El sitio de Internet Cubadebate, vinculado al gobierno cubano, comentó que en la misma semana en la que se concedió a Obama el Nobel de la Paz, el Senado de Estados Unidos aprobó el presupuesto militar más grande de la historia con 626 mil millones de dólares, un premio a las promesas y las buenas intenciones.

El ministro del Exterior de Irán, Manuchehr Mottaki, consideró prematura la decisión del comité y destacó que el momento justo para este premio hubiera sido cuando las fuerzas (estadunidenses) abandonen Afganistán e Irak y defiendan los derechos de la oprimida nación palestina.

El movimiento talibán afgano condenó la decisión del organismo noruego, afirmó que no se ha percibido ningún cambio de estrategia por la paz y consideró absurdo que el anuncio se haya hecho poco después de que el mandatario ordenó el envío de 21 mil soldados adicionales a la nación ocupada hace ocho años.

El premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, se manifestó sorprendido porque es el presidente de un país que es el más agresor del mundo. No obstante, expresó su esperanza de que ayude al gobernante estadunidense a buscar los caminos para hallar la paz.

Demasiado rápido, dijo a su vez el ex presidente polaco Lech Walesa, quien en 1983 recibió el Nobel de la Paz por su liderazgo en los cambios políticos ocurridos en Polonia en aquella década.

Otra Nobel de la Paz, la norirlandesa Mairead Corrigan Maguire, criticó la concesión a Obama y lo emplazó a probar que quiere avanzar seriamente en Medio Oriente (y) que desea el final de la guerra en Afganistán.

Sin embargo, no todo fue críticas, también hubo mensajes de felicitación y beneplácito por el premio otorgado a Obama.

En América Latina, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, indicó que está en buenas manos y que ya le envió un telegrama de felicitaciones, y en el mismo tenor se manifestaron por separado los gobiernos de Bolivia, Colombia, Costa Rica y Chile.

Desde Europa, Alemania, Italia, Francia, Gran Bretaña, España, Rusia y el Vaticano saludaron de manera separada el Nobel otorgado a Obama y coincidieron en que éste ha contribuido a cambiar la atmósfera del mundo.

En Medio Oriente, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, declaró que espera que la paz prevalezca en Palestina y en la región durante la presidencia de Obama, mientras el presidente israelí, Shimon Peres, afirmó que el Nobel al estadunidense aporta una nueva esperanza a la humanidad.