Buenos Aires, 9 de octubre. Millones de hinchas del futbol en Sudamérica sentirán en estos días el pulso acelerado ante la definición más apasionante en la historia de las eliminatorias de la región, una verdadera ruleta rusa que dejará a dos países clasificados al Mundial de Sudáfrica 2010 y a otro en espera del repechaje.

Las expectativas son grandes y los miedos directamente proporcionales. Con Brasil y Paraguay relajados y con el boleto en mano, otras seis selecciones –Chile, Ecuador, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia– definirán su futuro en dos jornadas no aptas para cardiacos, este sábado y el próximo miércoles.

Es un hecho inédito: desde la puesta en marcha del sistema de todos contra todos, en la antesala del Mundial de Francia 98, jamás hubo tanto en juego en las eliminatorias sudamericanas en el mismísimo tramo final.

A lo sumo, se definía quién se quedaba con el último cupo o quién se aferraba a la última esperanza de la repesca.

Pero esta vez la irregularidad de muchos y el crecimiento de otros provocó un cambio de escenario. La mayor sorpresa es Argentina, en el pasado reciente siempre clasificada con holgura y ahora está la cuerda floja.

Con 22 puntos y tres derrotas al hilo, la desorientada selección de Diego Armando Maradona es quinta en su grupo, hoy por hoy sólo con derecho a dirimir un cupo con algún equipo de la Concacaf.

Si vence en Buenos Aires, como manda la lógica, a la ya eliminada y colista Perú (10), las oportunidades de la albiceleste de sacar el boletó crecerán, sobre todo si Ecuador, que está por delante de ella, con 23 puntos, supera a Uruguay (20) en Quito.

Un empate o una victoria del conjunto de Óscar Tabárez en la altura ecuatoriana recalentaría aún más la definición, y el tercer pasaporte mundialista consecutivo de los dirigidos por Sixto Vizuete quedaría en riesgo.

En la última fecha Ecuador deberá viajar a Santiago, pero antes Chile (27) buscará en Medellín contra Colombia abrochar su casi seguro retorno a la elite mundial tras 12 años de ausencia.

No muy lejos de la ciudad de la eterna primavera, Venezuela (21) buscará en Puerto Ordaz florecer definitivamente. Si derrota a Paraguay, que jugará sin presiones, la vinotinto mantendrá la esperanza el miércoles, cuando visite a Brasil.

El domingo, en un duelo con poco más que el orgullo en juego, Brasil (33) visitará a Bolivia (12). En la altura de La Paz, y probablemente con un equipo mixto, el técnico Dunga buscará prolongar su feliz racha invicta (19 partidos) al frente de la verdeamarelha, erigida ya en gran candidata al título en el primer Mundial en suelo africano.