Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor.

Antonio Machado.
 

Leer, de IBBY México aporta al placer de leer. Fue fundada en 1979 como organización no lucrativa interesada en ayudar a formar lectores autónomos, gozosos, que se apropien de la lectura y la integren a su vida, y en promover la producción de libros infantiles y juveniles de alta calidad. Entre lo mucho que nos regala, recomendamos: la Feria del Libro Infantil y Juvenil que realiza en noviembre de cada año, su Guía de libros recomendados para niños y jóvenes que publica con conaculta y el programa Bunkos, que apoya la creación de pequeñas bibliotecas comunitarias en diversas zonas marginadas de la república, donde además de libros ofrece programas y sesiones de lectura.


Pedro de Gante, maestro de los niños, de Isidro Martínez
 

Si un hombre no está dispuesto a luchar por sus ideas, o sus ideas no valen nada o no vale nada él.

Ezra Pound

La experiencia es esa cosa maravillosa que te permite reconocer un error cuando
lo estás repitiendo.

Franklin P. Jones.

Llegar a ser humanos, dice Savater, es un proceso que ocurre gracias a que los demás nos contagian su humanidad, a propósito y con nuestra complicidad. Si la cultura puede definirse como “lo que el hombre añade al hombre”, la educación es lo que efectivamente “acuña” lo humano. Esto significa que el ser humano llega a serlo a través del aprendizaje, y que el rasgo distintivo fundamental de este aprendizaje es que se aprende –y se enseña– con y entre nuestros semejantes, en el intercambio intersubjetivo de las relaciones interpersonales donde aprendemos significados y las formas de negociarlos.

El valor de educar, de Fernando Savater
 

Memorial de Tlatelolco

La oscuridad engendra la violencia
y la violencia pide oscuridad
para cuajar el crimen.
Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche
para que nadie viera la mano que empuñaba
el arma, sino sólo su efecto de relámpago.

¿Y a esa luz, breve y lívida, quién? ¿Quién es el que mata?
¿Quiénes los que agonizan, los que mueren?
¿Los que huyen sin zapatos?
¿Los que van a caer al pozo de una cárcel?
¿Los que se pudren en el hospital?
¿Los que se quedan mudos, para siempre, de espanto?

¿Quién? ¿Quiénes? Nadie. Al día siguiente, nadie.
La plaza amaneció barrida; los periódicos
dieron como noticia principal
el estado del tiempo.
Y en la televisión, en la radio, en el cine
no hubo ningún cambio de programa,
ningún anuncio intercalado ni un minuto de silencio en el banquete.
(Pues prosiguió el banquete.)

No busques lo que no hay: huellas, cadáveres
que todo se le ha dado como ofrenda a una diosa,
a la Devoradora de Excrementos.

No hurgues en los archivos pues nada consta en actas.

Más que aquí que toco una llaga: es mi memoria.
Duele, luego es verdad. Sangre con sangre
y si la llamo mía traiciono a todos.

Recuerdo, recordamos.
Ésta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
sobre tantas conciencias mancilladas,
sobre un texto iracundo, sobre una reja abierta,
sobre el rostro amparado tras la máscara.
Recuerdo, recordemos.
Hasta que la justicia se siente entre nosotros.

Rosario Castellanos.

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