El presidente Felipe Calderón envió al Senado una iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Armada de México para transformarla y darle certeza jurídica y mayor eficacia en el combate frontal al crimen organizado y la inseguridad.

Asimismo busca dar sustento jurídico a la intervención de personal naval en los órganos del fuero de guerra, y que la institución participe de forma más activa en la procuración y administración de justicia militar.

En la exposición de motivos, el Ejecutivo señala que México enfrenta grandes amenazas a su soberanía, lo que obliga a contar con una Armada capaz de erradicar, disuadir o neutralizar las actividades ilícitas de cualquier agresor.

Plantea una reorganización de carácter político-estratégica de los mandos navales en ambos litorales, logrando con ello dar mayor eficacia a la participación de la Armada en el combate frontal y efectivo a la delincuencia organizada e inseguridad, así como para proteger la vida, el patrimonio, la integridad de los mexicanos y contribuir al desarrollo nacional.

Se subraya que en años recientes la comisión de los delitos de narcotráfico, terrorismo, tráfico de armas, delincuencia organizada y otros de carácter internacional no se limitan al territorio continental, sino que se han extendido al territorio marítimo.

Destaca que es necesario contar con un marco jurídico que respalde tanto las actividades relativas a la defensa exterior como las que derivan de la seguridad interior, buscando adecuar las normas con la realidad de los fenómenos sociales nacionales e internacionales.

Por esas razones, resulta impostergable la transformación, modernización y reorganización de la Armada de México, con el fin de fortalecerla y dotarla de mejores instrumentos que le permitan dar cabal cumplimiento de sus atribuciones.

La iniciativa propone modificar tanto el contenido orgánico como la estructura operativo-militar de la Armada, incorporando definiciones y conceptos más claros y precisos, que faciliten su comprensión y aplicación.

Con la reorganización de carácter político-estratégica de los mandos navales en ambos litorales se pretende renfocar las operaciones navales con el fin de aprovechar de mejor forma los recursos humanos y materiales de la Armada, así como robustecer su capacidad en el desarrollo de las funciones de operatividad institucional encomendadas.