Roma, 18 de septiembre. “Es muy difícil hacer documentales en Italia porque no hay financiamiento. En cambio, en la región escandinava, ese tipo de filmes son de mayor categoría y financiados por los canales de televisión.

En Suecia, los documentales se estrenan en los cines y se pasan varias veces en el horario de mayor audiencia, mientras en Italia son marginados, comenta desde Estocolmo el taliano Erik Gandini, director del documental Videocracy (Videocracia), que critica la frivolidad de la televisión de su país de los pasados 30 años, así como al imperio mediático del primer ministro Silvio Berlusconi y a la emisora estatal RAI, que controlan 90 por ciento de ese medio.

Producido en Suecia con apoyo de organizaciones escandinavas, Videocracy se presentó en los festivales de Venecia y Toronto. Se ofreció un avance del filme a Mediaset y a la RAI, pero decidieron no divulgarlo por considerarlo un mensaje político contra el gobierno.

La presentación del documental coincidió con el peor momento político de Berlusconi, debido a un escándalo sexual en el que se involucró.

Nací y me crié en Italia. No estoy exiliado en Suecia y voy seguido a mi país, condición que me permite interpretar la realidad de forma diferente a la de muchos italianos acostumbrados a la televisión actual. Un elemento fundamental del arte es ver las cosas cotidianas desde perspectivas diferentes.