San Cristóbal de las Casas, Chis. 8 de septiembre. Mientras se suceden en la entidad manifestaciones, resistencias y conflictos debido a la explotación minera, el gobierno del estado niega que ésta exista. Mientras comunidades indígenas zapatistas y de la otra campaña sufren hostigamientos policiacos y paramilitares por su oposición a la autopista San Cristóbal-Palenque, el gobierno niega que vaya a pasar por ahí. ¿Es el mundo del revés?

Mientras aumentan las presiones y agresiones contra comunidades zapatistas asentadas en tierras recuperadas a los finqueros después del levantamiento de 1994, el gobierno las circunscribe a conflictos aislados, en los cuales siempre, publicita, hay mesas de diálogo, negociaciones o indemnizaciones en curso.

Hace poco fue desaparecido y luego encarcelado un opositor a la minería en Chicomuselo. Ahora resulta que para qué se mete en problemas, su lucha es contra molinos de viento, como también la de los pobladores de Cruztón (Venustiano Carranza) y las regiones fronteriza y serrana. Este lunes el secretario de Gobierno, Noé Castañón León, declaró que de una vez por todas el gobierno de Chiapas se pronuncia de manera tajante en contra de la explotación de minas en la entidad.

Es el mismo funcionario que dice que la autopista no pasará por Mitzitón; el que exhibió como asaltantes de caminos a siete indígenas de San Sebastián Bachajón, adherentes de la otra campaña, quienes defienden sus tierras y se oponen a los planes ecoturísticos.

Castañón se refirió específicamente a la comunidad de Cruztón, también de la otra campaña. Sostuvo que no se contempla ningún proyecto de explotación minera ahí ni en ningún otro lugar. Llamó a la población a no dejarse engañar por quienes como víboras con piel de cordero proclaman por un lado la paz y subterráneamente convocan a la violencia. Sostuvo que nadie debe caer en provocación ante quienes quieren utilizar al pueblo como carne de cañón para promover derramamiento de sangre en el año 2010, o antes, ante extraños intereses personales.

Dijo que se ha detectado tráfico de armas, drogas y personas en el cerro del Cruztón, y manifestó preocupación porque, con falsas banderas sociales, la delincuencia se infiltre en organizaciones o credos. Agregó que algunas personas buscan que en ese lugar no existan vigilancia ni combate a la delincuencia, so pretexto de defender un interés social. Y citando involuntariamente al presidente peruano Alan García, cuando éste se refirió a la resistencia amazónica, dijo: “quien convoca a ser ‘soldados’ en contra de los intereses de la patria, de forma ajena a las instituciones, convoca a la violencia”.

Como en San Sebastián y Jotolá, en la cañada de Las Tazas se desboca la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) contra las bases zapatistas del municipio San Manuel. La semana pasada hubo una grave agresión contra éstas en el ejido Santo Tomás. La Opddic amaga con más. Por lo pronto, en todos los acceso de Ocosingo hacia las cañadas de la selva el Ejército ha colocado puestos de control para registrar e interrogar a quienes transitan por ahí. Dos se instalaron una semana atrás.

El pasado día 2, varias organizaciones de la selva y la zona norte desfilaron en la cabecera de Ocosingo. Los manifestantes fueron cuestionados y hostigados por soldados y policías federales. Los indígenas se manifestaban contra los grandes capitalistas y su clase política, que asociados a las potencias imperialistas se proponen consumar una nueva ocupación de los territorios nacionales y originarios.

Denunciaron que empresarios de otros países han obtenido la concesión de aserraderos y proyectos ecoturísticos en los municipios de Chilón, Sitalá, Palenque, Salto de Agua, Simojovel, Pantelhó, Yajalón y Altamirano. Como tantas otras protestas en Chiapas, se manifestaron contra las altas tarifas eléctricas, la explotación de madera y los proyectos ecoturísticos. ¿Puros molinos de viento?