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Su sistema inmunológico es 90 por ciento similar al de los mamíferos, reporta investigación

Orugas y moscas de fruta, posibles sustitutos de ratones de laboratorio

Ciertas células claves reaccionan de la misma forma cuando son atacadas por infecciones, dice biólogo de la Universidad Nacional de Irlanda

Las pruebas arrojan resultados en 48 horas y son menos costosas

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Las células de los insectos y las de los mamíferos producen químicos con una estructura similar que se dirige a la superficie de las células para eliminar al microbio invasor, reveló el estudio. En la imagen, ejemplares de mariposa Palamedes swallowtail Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de septiembre de 2009, p. 2

Londes, 8 de septiembre. Polillas, orugas y moscas de la fruta podrían pronto tomar el lugar de millones de ratones empleados cada año por científicos para probar medicinas, informaron el martes investigadores.

Un grupo de biólogos descubrió que ciertas células claves en los mamíferos y los insectos reaccionan de la misma forma cuando son atacadas por infecciones y producen reacciones químicas semejantes para combatirlas.

Los hallazgos podrían implicar que hasta 80 por ciento de los ratones utilizados para pruebas de compuestos farmacéuticos ya no se necesiten, lo que ofrecería a las compañías un considerable ahorro de tiempo y costos.

Actualmente es una práctica de rutina usar larvas de insectos para desarrollar pruebas iniciales de nuevos fármacos y luego emplear ratones para los exámenes de confirmación, señaló Kevin Kavanagh, biólogo de la Universidad Nacional de Irlanda.

Este método es más veloz, debido a que las pruebas en insectos arrojan resultados en 48 horas, mientras que las practicadas en ratones suelen llevar entre cuatro y seis semanas. Y además es mucho más económico, agregó Kavanagh.

El autor presentó su estudio en un encuentro de la Sociedad de Microbiología General, en Edimburgo.

Kavanagh y sus colegas hallaron que los neutrófilos, glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunológico de los mamíferos, y las células que realizan un trabajo similar en los insectos reaccionan de la misma manera ante los microbios infectantes.

Tanto las células de los insectos como las de los mamíferos producen químicos con una estructura similar que se dirige a la superficie de las células para eliminar al microbio invasor, según encontró el equipo.

Las células inmunes luego encierran al microbio y liberan enzimas para exterminarlo.

Usamos insectos en lugar de mamíferos para medir cuán patógena era una bacteria u hongo, y hallamos una muy buena correlación entre los resultados en mamíferos y en insectos, dijo Kavanagh en una entrevista telefónica.

El motivo de eso (...) es que el sistema inmunológico innato de los mamíferos es casi en 90 por ciento similar al del los insectos, añadió el experto.

Kavanagh señaló que esto implica que insectos como las moscas de la fruta, las polillas y las orugas puedan emplearse para evaluar nuevos fármacos antimicrobianos o para juzgar cuán virulentos son los patógenos fúngicos.

Importantes diferencias de manutención

Alrededor de 85 por ciento de los mamíferos utilizados en experimentos son roedores, en su mayoría ratones.

Estos animales son favorables en parte porque son pequeños, relativamente fáciles de estudiar en laboratorios y crecen rápidamente como para poder mostrar cambios generacionales relativamente rápido.

Pero el costo de cuidar y alimentar a un ratón para su uso en experimentos puede alcanzar entre 80 y 130 dólares por animal, mientras la atención de una oruga, por ejemplo, resultaría apenas entre 0.16 y 0.32 centavos de dólar, dijo Kavanagh.

El estudio se realizó junto con una compañía farmacéutica británica, cuyo nombre no puede develarse, que necesitaba evaluar unos 700 potenciales compuestos farmacológicos nuevos.

Eso hubiera requerido unos 14 mil ratones, dijo Kavanagh.

Pero, en cambio, realizaron mucho del trabajo de control en insectos y redujeron la cantidad de compuestos a unos 35, que luego probaron en ratones. Eso disminuyó la cantidad de ratones (empleados) en alrededor de 80 por ciento, concluyó el autor.