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Hillary Clinton, genuinamente ofendida ante juergas y bacanales de contratistas

Investigan conductas sexuales inapropiadas de guardias de la embajada de EU en Kabul
Foto
tomada de www.thepeoplesvoice.org en que se documentan abusos de los contratistas estadunidenses en Kabul
 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de septiembre de 2009, p. 27

Kabul, 3 de septiembre. Contratistas encargados de la seguridad de la embajada estadunidense en la capital afgana salieron de las instalaciones disfrazados de mujaidines en operaciones no autorizadas, durante las cuales se emborracharon e incurrieron en conductas sexuales inapropiadas que incluyeron abusos a civiles afganos, según investigaciones del Departamento de Estado, cuya titular, Hillary Clinton, afirmó estar genuinamente ofendida ante estos reportes.

La embajada de Estados Unidos en Kabul dijo este jueves que prohibió el consumo de alcohol en un campamento donde viven sus guardias privados, tras las acusaciones de que éstos participaron en alborotos con comportamientos lascivos que pusieron en peligro a la sede diplomática.

En un informe oficial, al que The Independent tuvo acceso, se habla de 18 contratistas encargados de la seguridad de la embajada acusados de poner en riesgo la sede diplomática. Al hecho de emborracharse e incurrir en comportamiento irresponsable se agrega haber salido de noche sin dispositivos para visión nocturna, lo cual hubiera dejado a la embajada ciega en caso de una emergencia.

Lo que el reporte llama operación no autorizada fue en realidad una juerga de empleados de la firma ArmorGroup, quienes además se sacaron fotos que publicaron en Internet durante su escapada.

Trascendió también que la compañía, en vez de tomar acciones contra los agentes involucrados en la borrachera, se unió a la broma y expidió una falsa acta del Departamento de Estado con su sello correspondiente (con lo que se incurrió en una infracción), en la que se reconocía la intrepidez de los contratistas.

El incidente ya fue reportado a Hillary Clinton, en una carta que enfatiza que la embajada estadunidense en Kabul se considera especialmente vulnerable como posible blanco a un ataque de los islamitas, según The Independent.

El vocero del Departamento de Estado, P. J. Crownley, afirmó qe Clinton está muy disgustada por lo ocurrido y porque sucedió sin nuestro conocimiento.

En dicha misiva el grupo independiente Proyecto sobre Supervisión del Gobierno (Pogo, por sus siglas en inglés) dijo que los guardias privados de ArmorGroup hacían fiestas en su campamento en las que acababan casi desnudos, bebían vodka y abusaban de afganos. Se añade que los guardias crearon un ambiente basado en abusos y rituales humillantes.

Citó a testigos que dijeron haber visto a vigilantes orinando sobre otras personas y bebiendo tragos de vodka entre las nalgas.

En un caso, un supervisor ataviado con un corpiño y con botellas de alcohol en la mano abusó de un afgano sujetando su cara y utilizando lenguaje soez para humillarlo, denunció.

La lasciva y desviada conducta de unos 30 supervisores y guardias ha resultado en una total pérdida de confianza en el liderazgo de la cadena de comando, que comprometió la seguridad del recinto, afirma Pogo en la carta enviada a Clinton.

El embajador estadunidense, Said T. Jawad, y otros altos funcionarios se reunieron este jueves para tratar el asunto, según un comunicado de la legación, y están interrogando a los vigilantes.

Un comunicado de la embajada destacó, además de la grave falta del personal, que la situación puso en peligro la seguridad en el amplio recinto en momento en que la violencia ha aumentado.

El mes pasado insurgentes lanzaron cohetes que cayeron cerca de la embajada y un suicida se inmoló en su vehículo cerca de sus puertas, causando la muerte de al menos siete personas e hiriendo a casi 100. Los talibanes dijeron que el objetivo era la embajada.

Desde que conocemos las acusaciones (...) la embajada estadunidense ha adoptado una serie de pasos inmediatos para asegurar que nuestra seguridad sea firme y que nuestra comunidad en la embajada esté bien informada, dijo el comunicado de la misión.

ArmorGroup, en la mira

La empresa emplea a 450 guardias para la seguridad del recinto, según un contrato a cinco años y por 189 millones de dólares que se extendió en junio. ArmorGroup, que no hizo declaraciones sobre la noticia, es subsidiaria de Wackenhut Services, que tiene su sede en Florida. Voceros de la compañía declinaron comentar la situación de sus empleados en Kabul.

La última vez que se le renovó el contrato a la empresa para la seguridad de la embajada estadunidense, el secretario de Estado adjunto, William Moser, reconoció deficiencias en el contratista, pero sostuvo que su desempeño general era satisfactorio.

Hoy, el vocero del Departamento de Estado, David Kelly, aseveró que la dependencia “impondrá una política de cero tolerancia hacia el tipo de conducta que refiere el reporte de Pogo.

Trascendió que las juergas, casi semanales, de los contratistas fueron reveladas por un denunciante anónimo, un guardia de ArmorGroup que tomó parte en las acciones que ahora se condenan, quien habló con el diario The Washington Post. El hombre dice que teme la venganza de sus compañeros, aunque no queda claro si él participó en las parrandas que denunció.

Vivíamos en una especie de alucinación, y en realidad nos estábamos arriesgando a que ocurriera un incidente de magnitudes internacionales, sostuvo. Agregó que la situación de vigilancia de la embajada en Kabul requiere seguir los planes al pie de la letra, pues cualquier error es suficiente para que uno sea despedido.

Aún así, afirma, tuvieron lugar las fiestas en que los encargados de la seguridad salían de fiesta, se orinaban unos encima de otros, bailaban desnudos, se tocaban y salpicaban mutuamente con vodka.