Economía
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Temen analistas nuevo periodo de inestabilidad cambiaria por la disputa presupuestal

Repunta el dólar hasta $13.52; el peso baja 3.4% en una semana

Sin efectos, el BdeM ha subastado casi 28 mil mdd desde octubre de 2008 a la fecha

 
Periódico La Jornada
Martes 1º de septiembre de 2009, p. 24

A unas horas de la apertura de sesiones de la nueva Cámara de Diputados que habrá de recibir y analizar la propuesta presupuestal del presidente Felipe Calderón para 2010, el dólar alcanzó ayer su máxima cotización de los últimos 41 días, en un mercado en el que la divisa estadunidense se vendió a 13.45 pesos en su cotización más baja de ventanilla y hasta en 13.52 pesos en la más alta.

En la sesión, los demandantes de dólares parecieron dar mayor importancia al inminente inicio de funciones de un Congreso con amplia mayoría del Partido Revolucionario Institucional y sus aliados, frente al partido del presidente Calderón Hinojosa, que al ingreso de 2 mil 561.2 millones de derechos especiales de giro (DEG) procedentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para fortalecer la reserva internacional de divisas del país.

El incremento de la demanda elevó a 13.45 pesos el precio del dólar en las grandes operaciones interbancarias, con lo cual la moneda nacional acumuló una devaluación de 3.46 por ciento en la última semana, desde una cotización de 12.8965 pesos en que se vendió la divisa estadunidense el pasado 24 de agosto.

En la paridad de ayer, el peso se colocó en su menor nivel desde el 21 de julio pasado, después de casi un mes en que la divisa estadunidense se vendió abajo de los 13 pesos por unidad, e hizo resurgir los temores de un nuevo periodo de inestabilidad cambiaria entre los analistas del mercado, luego de la persistente caída de la moneda nacional en las dos sesiones más recientes, a pesar de que el pasado jueves 27 de agosto el Banco de México informó de la asignación de 2 mil 561.2 millones de DEG (unos 4 mil millones de dólares) por parte del FMI, precisamente para estabilizar el tipo de cambio y fortalecer la reserva de divisas del país.

Así, el peso se ubicó en un nivel de depreciación anual de 29.71 por ciento, a pesar de que el Banco de México ha subastado 27 mil 778 millones de dólares de la reserva de divisas, de octubre de 2008 a la fecha, en busca de una perspectiva más amplia de estabilidad cambiaria que no ha conseguido por los magros resultados económicos del país.

Especialistas de CI Banco apuntaron que el peso mexicano se encuentra entre las monedas más afectadas a raíz de la crisis y subrayaron que tuvo el peor desempeño en una semana entre 172 países. La depreciación del peso observada en los últimos días ha sido provocada por la cautela de los inversionistas sobre la velocidad de recuperación en Estados Unidos, y por la incertidumbre en torno al paquete económico de 2010 en México, afirmaron.

Explicaron que si bien los movimientos recientes del peso frente al dólar han sido acordes con la tendencia internacional de una pausa en la inversión de activos con mayor riesgo y rendimiento, el debilitamiento del peso mostró un claro sesgo negativo nacional, por lo vulnerable que se encuentra el tipo de cambio ante la especulación, junto con la cercanía de la próxima discusión sobre reforma hacendaria y el presupuesto para 2010.

Los analistas precisaron que las cuentas externas en la balanza de pagos, dadas a conocer recientemente por el Banco de México, reflejan una importante recesión en el primer semestre y una considerable salida neta de capitales, por tres factores fundamentales: menor inversión extranjera, desendeudamiento del sector privado y de la banca con el exterior, y aumento de los activos de mexicanos fuera del país.

Con una posición opuesta a la anterior, a muy corto plazo los especialistas del Grupo Financiero Invex pronosticaron que el tipo de cambio podría regresar esta semana hacia niveles de 13 pesos por dólar, debido al anuncio del Banco de México sobre la asignación de DEG para fortalecer la reserva de divisas. Pero a mediano plazo su perspectiva es diametralmente distinta.

Nuestra percepción a mediano plazo sigue apuntando a un dólar más caro; no vemos una mejora sustancial en el desempeño de la economía ni anticipamos un resultado muy favorable de las negociaciones con relación a las finanzas públicas, definieron.