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Que sean los pueblos sudamericanos los que decidan y no el imperio, dice Evo Morales

Bolivia plantea un referendo sobre el uso de EU de bases militares colombianas
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de agosto de 2009, p. 21

La Paz, 26 de agosto. Bolivia planteó hoy la realización de un referendo regional para definir el uso de bases militares colombianas por Estados Unidos, tema que centrará la cumbre de la Unión de Naciones de Sudamérica (Unasur), que se realizará esta semana y durante la cual, según Brasil, Colombia dará garantías jurídicas de que no habrá afectaciones a sus vecinos.

Al definir la reunión de Unasur, que se realizará este viernes en la ciudad argentina de Bariloche, como una oportunidad para debatir sobre la dignidad y la soberanía de Sudamérica, el presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró su rechazo a cualquier tipo de base estadunidense en la región y aseveró que, en última instancia, los conflictos deben ser resueltos mediante el voto popular.

Que los pueblos de los 12 países hagan un referéndum sobre las bases militares en Sudamérica. Los pueblos que digan sí o no, que los pueblos decidan y no el imperio que imponga las bases militares en Sudamérica, indicó el mandatario durante un acto en el departamento de Oruro.

Ahí los pueblos dirán qué presidente está equivocado o qué presidente tiene razón, dijo Morales, para quien la instalación de bases militares forma parte de un plan estadunidense para generar conflictos entre países y frenar la integración sudamericana. Cuando hay desconfianza es difícil impulsar la unidad de Sudamérica, advirtió.

El convenio entre Washington y Bogotá, mediante el cual Estados Unidos podrá usar al menos siete bases militares en territoruo colombiano, ha inquietado a varios países de la región, y llevó ya al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a calificar el acuerdo de declaración de guerra y advertir sobre una ruptura de relaciones con Colombia.

Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó a su par estadunidense, Barack Obama, vía telefónica, que hay una sensibilidad muy grande en la región, y le expresó la necesidad de que dé garantías de que tanto el equipamiento como el personal no serán usados fuera de los propósitos declarados.

Frente a las inquietudes, el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobin, afirmó que su par colombiano, Gabriel Silva, le manifestó durante un encuentro en Bogotá que en la cumbre de Bariloche presentará garantías jurídicas de no afectación a sus vecinos.

Pero el asesor de Lula para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, advirtió que las garantías jurídicas ofrecidas no aseguran la superación del ambiente de tensión generado por el acuerdo con Estados Unidos.

En todo caso, Lula expresó que espera que la cumbre de la Unasur ayude a frenar tensiones en la región, e inicie un proceso de construcción de confianza.

Por lo pronto, el subsecretario estadunidense adjunto para Asuntos Andinos y del Cono Sur, Christopher McMullen, afirmó que “no es responsable para un líder como el presidente Chávez hablar de vientos de guerra –por el acuerdo militar– porque no sirve a la causa de paz de este hemisferio”.

Tras reunirse en Montevideo con el canciller uruguayo, Gonzalo Fernández, McMullen explicó que el alcance del acuerdo es muy claro en el sentido de que habla de los principios de no intervención en los asuntos de otros países, de respeto a la integridad territorial y que está basado en el principio de la soberanía de todas las naciones.

McMullen dijo que Estados Unidos reducirá al mínimo la presencia de militares en las bases colombianas, e insistió en que el convenio apunta sólo a la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, otros grupos armados y también contra el narcotráfico.

A su vez, el Legislativo ecuatoriano rechazó este miércoles la decisión del presidente colombiano, Álvaro Uribe, de permitir un importante incremento de la presencia militar estadunidense en su territorio, con lo que se suma a la posición del Ejecutivo.