Kabul, 18 de agosto. Al menos 21 personas murieron hoy en una serie de atentados en el invadido Afganistán perpetrados por los insurgentes talibanes a sólo dos días de las elecciones presidenciales y provinciales en las que el presidente Hamid Karzai busca la relección.

La explosión de un coche bomba en la carretera que une a Kabul con la ciudad occidental de Jalalabad, utilizada por las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), cerca de una base militar estadunidense y de un mercado, mató al menos a nueve civiles afganos y a un soldado de la ISAF.

Informes actualizados indican que los fallecidos son un miembro de la ISAF, siete civiles afganos y dos empleados afganos de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán, informó la ISAF en un comunicado.

Según fuentes oficiales, el objetivo del atacante era un convoy de suministros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Horas antes, los insurgentes dispararon cohetes contra un recinto presidencial en el centro de Kabul y contra Jalalabad, con saldo de 10 heridos, ataques que fueron reivindicados por Zabihulá Mujahed, un vocero talibán.

Al menos otros tres atentados en el norte, este y sur del país dejaron en total 11 muertos.

Los rebeldes consideran los comicios del jueves una patraña orquestada por Estados Unidos que los expulsó del poder tras la invasión en noviembre de 2001 en represalia por el apoyo brindado a Osama Bin Laden y su red Al Qaeda, responsables de los atentados contra Washington y Nueva York del 11 de septiembre de ese año.

En este contexto, el gobierno ordenó hoy a los medios occidentales y locales censurar la cobertura de violencia en las elecciones, con el fin de no ahuyentar a los afganos de los centros de votación.

Los talibanes anunciaron su intención de intensificar los combates y atentar contra los comicios, lo que según analistas, podría perjudicar la legitimidad de la jornada en la que Karzai busca su relección y es gran favorito.