En la vida, a veces vale la pena tomar riesgos y en ocasiones es mucho más importante el proceso mismo de la búsqueda, que llegar a conocer aquello por lo que se inició, sostiene el escritor Fedro Carlos Guillén (ciudad de México, 1959), quien debuta como novelista con el título Soñé con Rocío Dúrcal.

Doctor en Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México, con más de 25 libros publicados, entre cuentos, ensayos y divulgación, Guillén incursiona en la novela como parte de su quehacer literario. “He disfrutado escribir cuentos y ensayos (La sala oscura y Crónica alfabética del nuevo milenio), pero el trabajo en esta ocasión, aunque también lo disfrute mucho, fue muy diferente, pues es un libro en el que el peso de la imaginación es mucho mayor.”

En la novela hay una serie de juegos de espejos en los que se asocian y se ven reflejadas algunas de las obsesiones del autor, como la historia, la ciencia, el suspenso y el misterio, elementos que, con ironía y sentido del humor, se conjugan en esta historia, en la cual un joven publicista, que vive una vida confortable sin más pretensión que seguir ganando dinero, medio cínico, enamorado de una mujer encantadora, independiente, suspicaz y atrevida, se envuelve en una serie de intrigas, rodeado de policías judiciales, agentes internacionales y sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial, que buscan en el México del siglo XXI un tesoro desaparecido en un castillo francés durante ese conflicto bélico.

Para Fedro Carlos Guillén, el reto fue hacer que esa historia fuera verosímil y que mediante las peripecias de los protagonistas se reflejara que en la vida a veces vale la pena tomar riesgos, sobre todo en el mundo contemporáneo en el que vivimos, con personas tan timoratas y escépticas, tan apegadas a las cosas, tan necesitadas de crear una confortable burbuja y no salir de ella.

Otro de los propósitos y eje también de la novela, abundó el autor, es el proceso de búsqueda, que me parece más importante que develar clara y específicamente qué es lo que se busca.

Guillén se propuso tal planteamiento, ya que, dice, “la gente busca certezas en un mundo impredecible. Me parece mucho más interesante el camino que te lleva a algo, que el destino.

Por ello, aun cuando las expectativas de la historia son varias, para algunos lectores el final quizá no sea lo esperado; para mí lo importante es el trayecto, el deseo de aventura.

Publicado por Random House Mondadori en su colección Debolsillo, Soñé con Rocío Dúrcal está escrita con un lenguaje cotidiano, fresco, chilango.

Es una novela de intriga, misterio, suspenso y humor, donde del vellocino de oro, Jasón y la gesta de los argonautas, se pasa al a Francia ocupada por los nazis y a la capital mexicana en el siglo XXI, desbordada por la inseguridad, el tráfico infernal y otros absurdos similares.