Seis personas más fueron asesinadas en Guanajuato tras los ataques del jueves por la noche, cuando 15 hombres armados hicieron más de 600 disparos y lanzaron granadas contra instalaciones de la Procuraduría General de Justicia estatal en Irapuato y Silao, con saldo de dos muertos, 25 heridos y 64 vehículos dañados.

El procurador Carlos Zamarripa Aguirre no descartó que las nuevas ejecuciones tengan relación con la que consideró una venganza de La Familia Michoacana por la detención el 13 de julio de Francisco Sotelo, El Panchillo –de 18 años y sobrino del capo Servando Gómez, El Tuta–, acusado de participar en el asesinato de un policía federal en León.

La procuraduría se declaró en alerta permanente y no descartó más agresiones de La Familia, pero unas horas después de los ataques –añadió el funcionario–, tres hombres fueron ejecutados en San Francisco del Rincón, dos más en Valle de Santiago y una mujer en León.

En Hidalgo subió de 9 a 12 la cifra de muertos por el doble enfrentamiento del jueves en el municipio de Mineral de la Reforma entre presuntos sicarios y policías estatales. La identidad de nueve pistoleros fallecidos aún se desconoce, y el comandante y los dos agentes caídos recibieron un homenaje de las autoridades.

En la comunidad de La Calera, donde ocurrió el segundo tiroteo, se hallaron tres kilos de cocaína base, un millón 291 pesos en efectivo, seis fusiles AK-47, una subametralladora Uzi, una pistola, más de mil cartuchos útiles, 12 teléfonos celulares, 11 chalecos antibalas, seis pares de esposas, dos granadas y tres camionetas: una Ford Explorer, una Aspen y otra Mitsubishi.

Además, en Michoacán, pistoleros fuertemente armados emboscaron a un convoy de cinco unidades de la Policía Federal entre los kilómetros 146 y 149 de la autopista Siglo XXI Morelia-Lázaro Cárdenas, cerca del entronque hacia Cuatro Caminos y La Huacana, en cuyas inmediaciones ya hubo varios ataques y el 14 de julio fueron ejecutados 12 miembros de la corporación.

Los atacantes abrieron fuego contra las unidades hacia las 6:10 horas, cuando el personal federal realizaba un recorrido de rutina. Los agentes Francisco Martínez Santos, de 27 años, y Alberto Martínez Villegas, de 23, fueron alcanzados por las balas en un brazo y el pecho, respectivamente, pero se les reportó fuera de peligro.

Otras 28 personas perdieron la vida en varias entidades durante acciones imputadas al crimen organizado y dentro de la ofensiva de las fuerzas federales contra la violencia y el narcotráfico. Cuatro de las víctimas son presuntos delincuentes que abrieron fuego tras ignorar la señal de alto que les hicieron efectivos del Ejército en el municipio de Badiraguato, Sinaloa.

Uno de los muertos fue identificado como Mario Rojas Quiñónez; en el sitio del enfrentamiento fueron decomisados seis fusiles AK-47, 37 cargadores, unos mil cartuchos calibre 7.62 y tres chalecos antibalas. Dos personas más fueron ejecutadas en la misma entidad, entre ellas Gonzalo Guadalupe, de 31 años, cuyo cadáver apareció acribillado junto a 25 casquillos calibre 7.62.

A su vez, la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero dio a conocer el asesinato de dos personas y el secuestro y desaparición de otra durante un enfrentamiento entre dos grupos armados en el barrio de El Calvario de Ciudad Altamirano; mientras en Tijuana, Baja California, fueron dos las víctimas, entre ellas una mujer, a quien balearon por la espalda cerca de la iglesia Santa Rosa de Lima.

En Morelos apareció un cadáver embolsado y baleado en la carretera, y en Chihuahua fueron 17 las personas ultimadas a tiros: 11 de ellas en Ciudad Juárez, que incluyen al comandante Pablo Pizarro, del Grupo de Robos a Casas Habitación.

Carlos García, Carlos Camacho, Ernesto Martínez Elorriaga, Javier Valdez Cárdenas, Sergio Ocampo Arista, Antonio Heras, Rubicela Morelos y Rubén Villalpando, corresponsales. Con información de Eduardo Ferrer, de La Jornada Michoacán