En el complejo de 22 módulos hacían toneladas de droga sintética
Calcula Ejército que laboraban 120 personas con todas las comodidades
Sábado 8 de agosto de 2009, p. 12
Durango, Dgo., 7 de agosto. Enclavada en la serrana comunidad de El Rodeo, perteneciente al municipio de Tamazula, a más de 330 kilómetros de la capital duranguense y en la zona limítrofe con Sinaloa –dentro del llamado Triángulo Dorado–, Ciudad Crystal es un complejo de 22 módulos distribuidos en 240 hectáreas, donde el cártel de Sinaloa fabricaba toneladas de drogas sintéticas.
Consta de cinco laboratorios, áreas de hospedaje, cascada artificial, aeropista, tres plantas de luz, sistema de drenaje y agua potable.
Sus operarios y ocupantes tenían catálogos de prostitutas con tarifas de hasta 22 mil dólares, y también disponían de 10 antenas de Sky, tres de red satelital, 18 vehículos, entre camionetas y cruatrimotos, y dos retroexcavadoras (una, de las llamadas mano de chango).
Entre los edificios de complejo hay bodegas, lavanderías, cocina y enfermería. También se hallaron 164 tambos de 200 litros, todos llenos de acetona, tolueno, sosa cáustica y otros precursores químicos; tanques de gas y oxígeno, así como de 10 toneladas de mariguana, 20 kilos de cocaína pura, 12 armas largas, 500 cartuchos, 20 mil dólares en efectivo y equipo de radiocomunicación.
Considerada por militares como la más grande fábrica de drogas sintéticas hallada en el país, Ciudad Crystal fue descubierta en el transcurso de la semana, durante un operativo conjunto de las zonas militares novena y décima.
Desde el aire no se distinguía gracias a su camuflaje de hojarasca en techos y paredes. Más de cerca se notaba su silueta arquitectónica, pero fue necesario volar en helicóptero hasta la comunidad de Las Trancas, y de ahí subir a la alta Sierra Madre Occidental para llegar al sitio.
Personal militar calculó que en el complejo trabajaban unas 120 personas entre vigilantes, laboratoristas, cocineros y personal de enfermería; pero no hubo detenidos pues cuando el Ejército se acercaba todos pudieron escapar.
Habitantes de comunidades cercanas dijeron al Ejército que en las cabañas rodeadas de casas de seguridad y laboratorios vivían capos de alto rango como Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Nacho Coronel.
Con información de Notimex