Política
Ver día anteriorMiércoles 5 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El mandatario de Honduras solicita endurecer medidas contra el gobierno de facto

Zelaya, dispuesto a firmar el plan Arias; apoyo total de Calderón

El Ejecutivo mexicano exige a Micheletti aceptar las condiciones del acuerdo con la finalidad de que se restablezca la legalidad

Mi restitución, inminente, considera el centromericano

 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de agosto de 2009, p. 3

Respaldado por el gobierno de México en su recorrido por el continente, el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, expresó su disposición a firmar el llamado plan Arias en Tegucigalpa, sin que éste se convierta en juego diplomático con el propósito de dilatar el proceso de reconstitución de la democracia en su país.

A diferencia de Zelaya, quien planteó dudas sobre esa propuesta, su anfitrión, el presidente Felipe Calderón, manifestó su apoyo total al plan surgido de la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y exigió al gobierno de facto de Roberto Micheletti que acepte las condiciones del acuerdo para que se restablezca de inmediato la legalidad y la constitucionalidad en Honduras.

Por la tarde, en conferencia de prensa, Zelaya manifestó que Estados Unidos ha adoptado medidas contra los golpistas, pero no son suficientes aún, por lo que habrá que endurecer más esas acciones, igual que (deben hacerlo) los otros países de América.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde se reunió con embajadores del Grupo de Latinoamérica y el Caribe, Zelaya aseguró que su restitución es inminente. Depende de lo que se está logrando con el proceso de aislamiento de la comunidad internacional contra el régimen de facto y de las movilizaciones de protesta del pueblo frente a la represión de que está siendo víctima. Mi concepto es que esto no pase de un par de semanas, puntualizó.

Manifestó que tiene todo el tiempo del mundo para ser restituido y señaló que su propósito no es regresar a un puesto, sino cumplir con la voluntad soberana del pueblo expresada en las urnas. Aceptar una posición diferente, un recurso de violencia contra la democracia, es humillante, subrayó.

Agregó que los golpistas han hecho todo para impedir su regreso, pero lo seguiré intentando indefinidamente. De repente aparezco dentro del país y va a ser una sorpresa, aseguró, después de solicitar a la comunidad internacional que no reconozca ningún sistema político-electoral que surja de un gobierno de facto.

En la primera escala del viaje que emprenderá en su nueva apuesta diplomática por sacar del impasse el conflicto en Honduras, Zelaya fue recibido por Calderón con los honores de jefe de Estado en la explanada Francisco I. Madero de la residencia oficial de Los Pinos.

Al pie del monumento a Madero, el mandatario centromericano estuvo acompañado por la ministra de Relaciones Exteriores de Honduras, Patricia Rodas; el jefe de su gabinete, Enrique Flores, y la embajadora Rosalinda Bueso.

Foto
Manuel Zelaya, presidente de Honduras, con su homólogo de México, Felipe Calderón, en la residencia oficial de Los PinosFoto José Antonio López

Tras escuchar los himnos de ambos países, el hondureño denunció que el golpe de Estado en su país se ha convertido en una conformación dictatorial para emitir leyes que suspenden las garantías constitucionales, que decretan estado de sitio permanente en muchas regiones, que allanan moradas, que restringen libertades públicas y que se consuma con el derramamiento de sangre.

Solidaridad mexicana

Al resaltar las acciones de solidaridad que ha emprendido su gobierno en favor de Honduras, Calderón se refirió a las gestiones diplomáticas que realizó para ayudar y recibir en México a quienes eran perseguidos, como la canciller Patricia Rodas; los ministros de Finanzas, Rebeca Santos; de Cultura, Artes y Deportes, Roberto Pastor, y de Educación, Marlon Breve Reyes, y afirmó que las puertas del país estarán siempre abiertas.

Más tarde, en la biblioteca José Vasconcelos, ambos presidentes sostuvieron una reunión privada durante media hora –de la cual no hubo comunicado– y al finalizar Calderón ofreció ante la prensa desempeñar los roles que se pidan a México conforme los principios de la política exterior, y planteó que está dispuesto a tener una participación activa en las instancias de negociación que determine la Organización de Estados Americanos.

Al ser cuestionado por su cercanía a Venezuela, Zelaya respondió que no ha hecho un solo viaje a Caracas; no sé de dónde viene la pregunta.

Rechazó que pretenda integrar milicias para hacer frente al golpe de Estado. Si fuera de otra forma se lo digo honestamente, como hondureño, como catracho, así le decimos a los hondureños, y como olanchano; yo soy de una región donde todos los habitantes usan mínimo tres armas: una en la cintura, una en la bota y otra atrás, en la espalda. De una región que está armada.

Insistió en que si su posición “hubiera sido devolver violencia por violencia, que es la ley del Talión, del ojo por ojo, en primer lugar ese Ejército hondureño que ha apuntado sus rifles contra el pueblo, en vez de apuntarlo en contra de los enemigos del pueblo, ya estuviera venciendo”.

En la ceremonia de recepción, Felipe Calderón señaló que es imperativo que prevalezca la fuerza del derecho y no el derecho de la fuerza, por lo que hizo un llamado a las partes en conflicto a encontrar fórmulas que permitan resolver el problema.