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Prensa escrita

GB: las ciudades se quedan sin periódicos

Mientras los periódicos locales se derrumban, la información encuentra nuevas formas de llegar al público. No todas son de alta tecnología

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Una joven lee prensa gratuita en un café, el martes pasado en la capital británica, mientras, junto con otros actores, espera turno para hacer un examen en busca del puesto de zombi en un espectáculo turístico montado en las catacumbas del puente de Londres, plaza por la que se ofrece una paga anual de casi 640 mil pesosFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Martes 4 de agosto de 2009, p. 27

¿Qué ocurre cuando una población pierde su periódico? La mayoría de los 80 o más diarios locales que han cerrado desde principios del año pasado eran la segunda o tercera publicación más fuerte de su mercado. Pero el semanario Echo de Bedworth, que publicó su último número el 10 de julio pasado, era el único periódico dedicado a las noticias de la pequeña ciudad minera de Bedworth, la cual tampoco tiene estación de radio. Aunque seguirá cubierta por periódicos que se enfocan en sus vecinas más grandes, ahora es una ciudad sin periódico.

No será la última. Con algunas excepciones, los periódicos locales decaen con rapidez en Gran Bretaña. La firma Trinity Mirror, que era propietaria del Echo, cerró 27 periódicos locales el año pasado y en éste lleva 22.

Un bache de anunciantes ha golpeado a los periódicos locales mucho más que a los nacionales o a otros medios en Gran Bretaña. El creciente alcance de sitios de anuncios ha hecho que los medios locales pierdan su dominio de campos como bienes raíces y automóviles. Lo más doloroso ha sido la desaparición de los anuncios de empleo. En una edición de julio de 1999 el Echo tenía 17 planas de esos avisos; en el número final ocupaban menos de un cuarto de plana.

Al ir decayendo, el Echo redujo su cobertura de asuntos locales, y al final ya casi ni esa función cumplía. Casi escribíamos las notas para los periodistas, afirma Richard Chattaway, funcionario municipal. No es extraño que la circulación del periódico se redujese a menos de la mitad entre 2001 y 2008.

Sin embargo, algo se pierde con su partida. El Echo publicaba notas sobre obras de teatro escolares, avisos de futuras reuniones de asociaciones de veteranos de guerra, resultados de deportes locales y otra información local. También reforzaba el sentido de comunidad. La Internet socava los periódicos locales sin ofrecer mejores alternativas.

Esta es una comunidad pobre, sin conocimiento de las computadoras, señala Anne Tippett, de un centro de cultura local. Bedworth no cuenta con un blog de importancia. De hecho, los políticos locales apenas comienzan a usar el correo electrónico para comunicarse con sus electores. Y aun si existieran fuentes de noticias locales en línea, no llegarían a muchos de los que confiaban en el periódico local. El Echo era leído sobre todo por trabajadores manuales calificados y por personas de edad mediana y avanzada. En sus últimos tiempos llegaba a 15% de los jóvenes de entre 15 y 24 años de la localidad, pero a 31% de las personas de entre 45 y 54 años, según una estadística.

La consultora Claire Enders señala que las personas que más necesitan información sobre sucesos locales son los ancianos y los pobres, para quienes puede ser vital la noticia de que una clínica local está a punto de cerrar. Son las personas que tienen el menor acceso a la banda ancha. Al cerrar esos periódicos, las personas recurrirán a la radio y la televisión, que no ofrecen información local detallada.

Sin embargo, surgen alternativas. Los políticos de Bedworth han formado grupos de residentes locales como conductos de información y opinión. Avisan de sus juntas por medio de volantes. Lo mismo hacen otros grupos civiles. La asociación local de comercio publica una carta circular de aspecto profesional, al igual que algunas iglesias. Curiosamente, un problema cuyo origen es la alta tecnología ha fortalecido formas de comunicación de baja tecnología.

Hasta cierto punto, el problema de las noticias locales es generacional, resultado de la dificultad para adaptarse a nuevas tecnologías. Conforme más publicaciones locales cierren y la generación de la banda ancha madure y se asiente, es probable que se fortalezcan sitios de noticias locales por Internet.

Por ahora, los sitios de información local están llenos de discusiones sobre las festividades regionales o la próxima tocada en la cantina del área. Al desaparecer los periódicos locales, es probable que descubramos que su función real no era tanto vigilar a los políticos del lugar, sino sencillamente servir de foro para la conversación informal, un lugar donde la comunidad pueda hablar consigo misma.

Fuente: EIU

Traducción de texto: Jorge Anaya