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Ya es tiempo de rescatar de raíz esa historia, expresa ex combatiente

Erigirán un museo para reivindicar a quienes encarnaron la rebeldía después de la Revolución
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de julio de 2009, p. 4

En contraste con lo que dice la historia oficial, la lucha armada en México no se acabó con la Revolución de 1910. Prácticamente en todas las décadas siguientes hubo brotes de rebeldía que forjaron la identidad contemporánea del país, pero que siguen sin ser conocidos ni valorados por la mayoría de personas.

Para reivindicar a quienes participaron en esas gestas y exponer los documentos que las explican, un grupo de ex combatientes decidió construir, en el municipio de Madera, Chihuahua, el Museo de la Guerrilla, que empezará a ser erigido en los próximos meses con la asesoría del escritor y analista Carlos Montemayor, así como expertos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

El recinto será edificado en el ejido Huizopa, uno de los lugares donde comenzó a formarse el núcleo de rebeldes que atacó el cuartel militar de Madera, la madrugada del 23 de septiembre de 1965, acción que pretendía servir de ejemplo para desencadenar la lucha armada en todo el país.

Este recinto es producto de una lucha muy larga. Ya es momento de que México se dé cuenta de cuál es su historia, que se formó también con nuestra participación. La vamos a rescatar de raíz para que se sepa la verdad, afirmó en entrevista con La Jornada Salvador Gaytán Aguirre, uno de los líderes campesinos que impulsan el proyecto.

En el museo se hará un recorrido por los diversos movimientos guerrilleros que han surgido en el país, desde los ejércitos campesinos de Emiliano Zapata y Francisco Villa hasta la Liga Comunista 23 de septiembre –en la que participó Gaytán, junto con el profesor rural Arturo Gámiz–, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y los grupos armados de la actualidad.

Una particularidad de este sitio es que será construido como réplica exacta de una escuela en la que los guerrilleros de Madera se reunían para analizar la realidad política de aquel entonces, y firmar documentos en los que explicaban el porqué de su ataque al cuartel militar.

Para trasladar el lugar completo, contarán con la ayuda económica de la Compañía Minera Dolores, interesada en explotar los yacimientos de oro existentes debajo del aula original en cuestión, que sería destruida.

Una vez acondicionado el nuevo recinto, se exhibirán fotografías, carteles, libros y otros documentos que explican la historia de los levantamientos armados, desde la perspectiva de quienes los han vivido.

Contra el anonimato

Antes de comenzar los trabajos de construcción del museo, un grupo de ex guerrilleros hará un recorrido por algunas ciudades del país para recordar la caída en combate de varios de sus compañeros, y así evitar que su muerte y sus ideales caigan en el anonimato.

La jornada empezará el 17 de agosto en diversos puntos del DF, entre ellos Ciudad Universitaria y las colonias Copilco, Reforma Iztaccíhuatl y Roma.

Después, las actividades se trasladarán a Guadalajara, Tepic, Mazatlán, Culiacán, Los Mochis, Yepachi, Parral y Torreón de Cañas, para luego regresar a la ciudad de México.

En el museo vamos a exhibir documentos importantes, entre ellos un manifiesto firmado por Arturo Gámiz, a quien conocí en prisión en 1961. También hablamos sobre la historia de Álvaro Ríos, uno de los fundadores de la lucha política en Chihuahua, y sobre toda la gente que peleó para quitar a los caciques del poder, adelanta Salvador Gaytán.

Protagonista y sobreviviente de varios alzamientos armados contra el gobierno, el líder campesino aclara que el grupo de personas que impulsa la creación de este recinto no va por el país llamando a una nueva insurrección.

Sin embargo, advierte que la lucha armada se produce porque las autoridades la provocan al no escuchar los reclamos de justicia del pueblo. Por todas partes el país se está organizando, la clase trabajadora exige respeto y coincidimos con ellos en no aceptar más la explotación de nuestras riquezas.