Cultura
Ver día anteriorMartes 21 de julio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
My Generation: Kurimanzutto y GAM
L

a Galería Kurimanzutto (gobernador Rafael Rebollar 94) es digna de visitarse por sí misma, dadas sus características arquitectónicas y espaciales que contrastan con la formalidad que guarda la Galería de Arte Mexicano (GAM), misma que se encuentra a unos pasos de distancia, ambas en la colonia San Miguel Chapultepec.

El proyecto My Generation obedece a la curaduría del artista Daniel Guzmán y llevó bastante tiempo de realización. Su generación alude a la genealogía de sus intereses. Incluye obras sobre papel de Otto Dix, José Clemente Orozco, Philip Guston, Julio Ruelas, Gilberto Aceves Navarro, Vlady, Paul McCarthy, Germán Venegas, Roberto Turnbull, Mariano Villalobos, José Luis Sánchez Rull y el propio Daniel, representado con una sola obra.

Las piezas de Ruelas están debidamente enmarcadas, también, como los demás trabajos,  se vinculan con la ilustración (no la del Siglo de las Luces) y en algunos casos con bocetos que dieron lugar a series conclusivas, como ocurre con las de Germán Venegas, de ímpetu budista, realizadas en 2006. Venegas reaparece con otros apuntes de giro orozquiano, que datan de 1988.

De Ruelas (obras procedentes de prestigiadas colecciones) llama la atención el dibujo original para el aguafuerte Medusa, que quizá debió acompañarse (con fines didácticos) del aguafuerte mismo, realizado en el taller de Joseph Marie Cazin, en París (1906).

Obedeciendo a parámetros museográficos de onda, sus bien seleccionadas ilustraciones para la Revista Moderna son vecinas de trabajos espontáneos, algunos se antojan casi infantiles, de Roberto Turnbull, realizados principalmente en 1985.

Éstos se alían en cierto modo con obras que el espectador va encontrando sucesivamente, pues es cierto que guardan secuencia unas con otras. Las más emparentadas corresponden, a mi juicio, al propio Aceves Navarro, Philip Guston y José Clemenente Orozco, si bien las de éste son de 1945 y las de Guston de 1977.

Turnbull, al igual que Germán y que Mariano Villalobos, fueron alumnos de Gilberto Aceves Navarro.

Villalobos está representado con un autorretrato muy convincente, que resulta ajeno a la factura suelta y espontánea propia de otras piezas desfachatadas y humorísticas, como las de Paul McCarthy, realizadas en un hospital, según se me informó, mientras acompañaba a su padre allí recluido. A McCarthy, profesor en UCLA, se le recuerda principalmente por sus cerdos inflables y sus performances.

De Vlady hay varios ejemplares que muestran de nueva cuenta su enorme versatilidad en el dibujo, entre éstos llama la atención un homenaje a Jacobo Burckhardt, autor de La civilización del Renacimiento en Italia, cuya influencia (con texto legible en el dibujo que Vlady le dedica) se explica por su perfección literaria y la unidad en la composición.

Vemos allí el supuesto retrato de quien fue amigo de Nietzsche, acompañado de un apunte sobre el manierista  Giulio Romano.

Un retrato de Vlady dotado de los ojos del cíclope se acompaña de otro de Lenin, pero el mejor de todos corresponde a un ruso estepario que funciona como alusión al escritor Herman Hesse, autor de El lobo estepario.

Así como McCarthy es un artista subversivo, performancero y a la vez un académico, José Luis Sánchez Rull, egresado del Pratt Graphic Center, es profesor, muy estimado, en La Esmeralda. Está representado con un ácido y saturado dibujo que no deja lugar para el respiro.

En la Galería de Arte Mexicano se exhibe una colectiva también de obra sobre papel, que responde igualmente a selección llevada a cabo por uno de los artistas expositores.

Se trata de expositores que son todos contemporáneos entre sí. Acudiendo a una licencia, la verdad no muy poética, la muestra se titula Memoria de elefente, pero según mi criterio la denominación Geografía muda, título de uno de los trabajos de Patricia Álvarez, pudiera haber funcionado mejor.

Los expositores son Boris Viskin, con collages algunos geometrizados y otros informalistas, muy efectivos.

De Miguel Castro Leñero se exhibe Reflejos (un poco taciturnos). Contrastando, hay un atractivo y alegre políptico tipo acordeón de su hermano Francisco, también representado con sus experimentaciones positivo-negativo que mucho me recuerdan las teorías del recordado maestro sir Ernst H. Gombrich.

La exposición es sólo correcta, nada más, museográficamente contrasta con la buscada audacia de la muestra en la Galería Kurimanzutto.