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Economía Moral

Ganadores y perdedores en el DF el 5 de julio

La caída de la izquierda es menos grave de lo que parece

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ecía en la entrega anterior (10/7/09) que la caída en la votación total de la izquierda (para diputados federales) en el estado de México es mucho menor de lo que parece cuando sólo se consideran las cifras del PRD. En primer lugar quisiera aclarar que en el estado de México comparé las cifras de 2009 con las de 2003 y no con las de 2006 porque en el contexto de una elección presidencial las demás elecciones se modifican sustancialmente. En 2006 la votación para diputados federales y senadores de la Coalición por el Bien de Todos (PRD, PT y Convergencia) subió como las nubes por el efecto AMLO. Por ello, si los votos por la izquierda en 2009 se comparan con los de 2006, aparecería una baja estrepitosa, pero obviamente no refleja una tendencia real. Por ello, al analizar hoy los resultados electorales del DF el punto de comparación es también 2003.

Tanto en la página electrónica del IFE como en la del IEDF, aunque parezca absurdo, sólo se pueden consultar los resultados electorales del PREP, pero no los resultados de los conteos distritales, que son los oficiales, con base en los cuales se otorgan las constancias de mayoría a diputados federales y locales.1 Por tanto, aunque ya fueron realizados los cómputos distritales, no queda más remedio que seguir manejando el PREP, que aunque funciona bien en general, en casos concretos da resultados falsos. Por ejemplo, en Milpa Alta el PREP (insisto, único dato disponible en la página del IEDF) arroja que el PRI ganó la elección (los diarios nos informaron que el que ganó fue el PRD).

Al comparar el PREP de 2009 con la estadística electoral definitiva de 2003 (eso quiere uno creer, pero empieza a dudar), observamos que los votos totales se mantuvieron casi iguales entre 2003 y 2009 (un aumento de menos de 50 mil) (véase gráfica). Los ganadores en orden del número de votos absolutos adicionales recibidos (en comparación con 2003) son el PT (276 mil votos más), votos nulos (211 mil), PRI (152 mil), Convergencia y PVEM (22 mil cada uno). Los perdedores son PRD (487 mil) y PAN (131 mil). Para conocer cómo operó la transferencia de votos, tendríamos que hacer una encuesta y preguntarles a las personas cómo votaron ahora y cómo lo hicieron en 2003. De todas las transferencias, la ocurrida en Iztapalapa es la más evidente. En la votación por delegado, Juanito obtuvo 180 mil contra 128 mil del PRD. Casi todos esos 180 mil fueron transferidos del PRD al PT. Pero el asunto no fue tan contundente en la elección a la Asamblea Legislativa, ya que la línea era votar por los candidatos no chuchos del PRD. Pero hubo un efecto indirecto, que explica que en los ocho distritos de Iztapalapa la votación por los diputados locales del PT fluctuase alrededor de 20 por ciento del total, mientras en los demás distritos del DF los valores son, la mayoría, menores a 10 por ciento. Es decir, una parte muy importante de la ganancia en votos del PT para diputados locales ocurrió en Iztapalapa y fue a costa de la votación del PRD. Pero además el efecto ocurrió en toda la ciudad, sólo que de manera menos intensa: en 2003 el PT tuvo una votación promedio de sólo 1.3 por ciento del total, en 2009 su porcentaje varió (fuera de Iztapalapa) desde 5.4 por ciento en el Distrito 20 (el mínimo) a 11.5 por ciento en el 35 (el máximo). Algo similar, pero en mucha menor escala, ocurrió con Convergencia.

El aumento en el voto nulo sólo pudo venir de la reducción en los votos del PAN y del PRD. Viendo lo que ocurrió en otras partes del país, donde la pérdida en el voto por el PAN se transfirió al PRI, podemos suponer que el grueso de la caída en la votación del PAN se debió a transferencias a favor del PRI (véase gráfica). La caída de la votación del PRD tuvo dos destinos: una parte de los votos fueron transferidos a PT-Convergencia y otra a los votos nulos. Si la caída porcentual de la votación por la izquierda (en la elección para la Asamblea Legislativa) se estima sólo por la del PRD, la evolución 2003-2009 es desastrosa: de 43.3 por ciento a 26.3 por ciento, 17 puntos porcentuales menos. Si ésta fuese la realidad de la ciudad, tendríamos que concluir que el gobierno del DF está haciendo las cosas mal y que hubo un voto de castigo. Pero en la ciudad muchos votamos por el PT-Convergencia (13.1 por ciento) y otros anularon su voto (10.8 por ciento). Por lo que hemos dicho antes, la mayor parte de los que anularon su voto deben de haber sido gente de izquierda (desilusionada). Entre ambos destinos, representan casi la cuarta parte de los votos emitidos.

Para medir mejor el peso relativo de la izquierda sumemos los votos del PRD con los del PT y Convergencia (para obtener los votos del FAP, Frente Amplio Progresista, que está queriendo resucitar) y eliminemos los votos nulos del total de votos emitidos, calculando así la votación efectiva (véase gráfica). Los votos efectivos absolutos bajaron en 164 mil entre 2003 y 2009. Los votos del FAP disminuyeron en 188 mil, cifra mucho menor que la del PRD, que perdió 487 mil. Esta caída, en términos porcentuales calculados sobre el total de votos emitidos, significaría una baja de 7 puntos porcentuales (de 46.4 por ciento a 39.4 por ciento) muy lejos ya de los 17 puntos porcentuales de la caída del PRD. Pero si la participación del FAP se calcula sobre el voto efectivo, pasa de 48.2 por ciento en 2003 a 44.1 por ciento en 2009, una pérdida ya de sólo 4.1 puntos porcentuales, pérdida leve y no el derrumbe estrepitoso que han visto muchos medios.

Pero estos cálculos sólo resaltan la importancia de la unidad de la izquierda. En el DF no hubo un desastre porque la derecha (PRI, PAN, PVEM y Panal) no está unida, pero en 2012 se pueden unir para apoyar a un personaje como Demetrio Sodi. Los partidos de derecha, sin contar el Panal, que no existía en 2003, pasaron juntos de 47 por ciento de los votos efectivos a 51.5 por ciento, ganando 3.5 puntos porcentuales. Si sumamos al Panal, llegan a 55 por ciento de la votación. Como se aprecia, mi intento por dar una nota optimista termina en un tono pesimista. La derecha, con tal de recuperar la ciudad, puede olvidar sus diferencias y postular un candidato de unidad. Si la izquierda no hace lo mismo para el DF, la batalla estará perdida.

1Además, en el IEDF la estadística histórica disponible en forma de tabulados, que sólo llega a 2006, se presenta en formato pdf que no permite copiar ni realizar análisis estadísticos, dejando así sólo para quienes pueden manejar bases de datos y tienen el tiempo para hacerlo el análisis completo de la estadística.