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Caerán en pobreza extrema 20 millones de personas, considera Robert Zoellick

Se reducirá 1.6% este año el PIB de las naciones desarrolladas: Banco Mundial

En Italia, el presidente de Brasil exige a países ricos más apoyo para economías emergentes

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Activistas de World Vision se manifestaron ayer en la ciudad de L’Aquila, Italia, contra la reunión del Grupo de los Ocho que se llevará a cabo del 8 al 10 de este mes en dicha urbe. Simulando un robo, los activistas usaron máscaras de los presidentes que integran esa organizaciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de julio de 2009, p. 24

Ginebra, 6 de julio. El producto interno bruto (PIB) de los países en desarrollo, sin contar a China e India, bajará 1.6 por ciento este año, lo que causará más pérdida de empleos y aumentará la pobreza, manifestó el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick. Un declive de un punto porcentual en la tasa de crecimiento promedio del PIB en las naciones en desarrollo puede atrapar a 20 millones de personas más en la pobreza extrema, escribió Zoellick en una carta enviada al Grupo de los Ocho (G-8).

El funcionario mencionó que las caídas en remesas, exportaciones, inversiones e ingresos del turismo continuarían perjudicando algún tiempo a los países más pobres. El Banco Mundial comprometió 60 mil millones de dólares en asistencia a las naciones en desarrollo; gran parte de esa suma será para proyectos de infraestructura. Zoellick dijo que los países ricos no deberían retener los compromisos de asistencia adicional, pese a la incertidumbre económica.

En tanto, altos funcionarios de Naciones Unidas y de organismos multilaterales de crédito expresaron que el comercio internacional podría activar e impulsar una recuperación económica global. En una conferencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre asistencia e intercambio comercial, Robert Zoellick subrayó que las naciones más pobres, cuyas exportaciones han bajado abruptamente, tienen que estar listas para reiniciar sus envíos una vez que el declive toque fondo.

El comercio fue uno de los primeros sectores diezmados por la contracción del consumo en las naciones de ingresos altos, precisó Zoellick, quien agregó que el G-8 no debería asumir que la recuperación de la economía global está cerca, declaración que vertió en la misiva dirigida al anfitrión del grupo, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

La carta también dice que las intervenciones de los bancos centrales y de los gobiernos parecían haber frenado la caída de la economía global al estabilizar los mercados financieros y alentar la demanda.

Pero 2009 sigue siendo un año peligroso. Los recientes avances podrían revertirse fácilmente y el ritmo de la recuperación de 2010 está lejos de estar garantizado, anotó.

Reconozco que algunos países desarrollados consideran ahora un conjunto de políticas que asumen que la recuperación está al alcance de la mano. Pero para el mundo en desarrollo es demasiado pronto para pensar en esas medidas, añadió.

Se prevé que los jefes de gobierno que integran el G-8 emitan una declaración sobre la situación económica global durante su encuentro en la ciudad de L’Aquila, centro de Italia. En la reunión se discutirá la necesidad de la regulación financiera y las perspectivas para Oriente Medio, Irán, Corea del Norte y la piratería somalí. En su carta, Zoellick enfatizó que la cumbre, del 8 al 10 de julio, también debería centrarse en la difícil situación de los pobres del mundo en desarrollo.

En tanto, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, de visita en Europa para asistir a la reunión del G-8, en L’Aquila, Italia, mencionó que ve pocas acciones de los países ricos para ayudar a las naciones pobres a enfrentar los efectos de la crisis económica mundial.

Estoy viendo poco de los países ricos en la ayuda que deberían dar. Necesitamos reclamar las cosas que decidimos, que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial iban a hacer. Creo que esa reunión es extremadamente importante, sentenció Lula en su programa semanal de radio Desayuno con el Presidente.

Lula, quien también propondrá que el G-8 sea sustituido por el G-20, reafirmó que las discusiones sobre la coyuntura económica global deberían realizarse en el seno del G-20, grupo que reúne a más países en desarrollo. La próxima reunión del G-20 será en septiembre.

Para Lula, las naciones desarrolladas deben considerar la opinión del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) en la toma de decisiones. El gran foro de discusión de cuestiones económicas debería ser el G-20, destacó el mandatario brasileño.

La verdad es que la situación está tan complicada que hoy es muy difícil que los países ricos adopten una postura que no tome en cuenta al BRIC, los denominados países emergentes, entre los cuales se cuenta Brasil, resaltó.

Lula también criticó a los países desarrollados. citando la reciente decisión de Brasil de facilitar la legalización de los migrantes.