Caracas, 3 de julio. El presidente venezolano, Hugo Chávez, durante una alocución este viernes en la televisora pública, anunció que suspendió el envío de hidrocarburos a Honduras, que se beneficiaba del acuerdo de cooperación Petrocaribe. Mientras tanto, otros gobiernos latinoamericanos seguían cerrando filas en torno al mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, secuestrado el domingo pasado durante un golpe de Estado.

Hemos suspendido los envíos de crudo, dijo Chávez al indicar que para la semana próxima estaba prevista la salida de un cargamento a Honduras. Uno de los impactos que va a tener esto es el incremento de los precios de la gasolina en esa nación, añadió.

La medida busca generar presión para que Zelaya, aliado de Chávez, sea reinstalado en la presidencia de Honduras. La nación se adhirió a Petrocaribe en diciembre de 2007, durante la presidencia de Zelaya. Petrocaribe es un acuerdo de cooperación creado en 2005, mediante el cual una veintena de países del Caribe y Centroamérica reciben cerca de 200 mil barriles diarios de petróleo de Venezuela con facilidades financieras.

De su lado, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró que Zelaya planea volver a Honduras el fin de semana, luego de reunirse con la Organización de Estados Americanos. El mandatario eludió confirmar si el presidente hondureño se encontraba este viernes en territorio nicaragüense.

Rafael Correa, presidente de Ecuador, sentenció hoy que el golpe en Honduras tiene las horas contadas, y reiteró su disposición de acompañar a Zelaya en el regreso a su país.

El Banco Interamericano de Desarrollo, por su parte, anunció que el golpe causó que se congelaran fondos por entre 300 y 450 millones de dólares destinados a esa nación, una de las cinco más pobres de América Latina.

Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos amplió sus medidas cautelares para proteger a 55 personas que considera están en riesgo en Honduras.

La premio Nobel de la paz Rigoberta Menchú, al llegar este viernes a Tegucigalpa, exigió solidaridad internacional. Esto es un golpe de Estado contra los más pobres, destacó.