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Acusa a empresa de amenazarlo e impedirle conseguir trabajo

Denuncia chofer traslado ilegal de residuos peligrosos en Sonora
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Con una pancarta en la que denuncia amenazas de muerte y bloqueo laboral por parte de los dueños de la empresa Alsua, Ricardo Villaflor Hernández empezó una huelga de hambre frente al palacio de gobierno de SonoraFoto Ulises Gutiérrez Ruelas
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 2 de julio de 2009, p. 37

Hermosillo, Son., 1º de julio. Ricardo Villaflor Hernández, ex chofer de la empresa Alsua –acusada de transportar residuos tóxicos en condiciones inseguras desde minas de cobre en Tucson, Arizona, hasta el puerto de Guaymas–, inició este miércoles una huelga de hambre frente al palacio de gobierno del estado, en protesta porque denunció las anomalías hace un mes y las autoridades no han actuado.

El transportista asegura que ha sido objeto de amenazas de muerte y bloqueo laboral, por lo cual se encuentra en un callejón sin salida.

Los dueños están muy bien parados con el gobierno, porque no ha pasado nada, dijo Villaflor Hernández, quien aseguró que el concentrado de cobre se envía a Guaymas, y de ahí a Filipinas.

Explicó que los desechos provienen de la empresa Mineral Park, ubicada en Tucson, y se llevan al recinto fiscal de Nogales, Sonora, de donde unos 40 choferes sonorenses recogen decenas de toneladas a diario.

“El libro de manejo de químicos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes identifica este compuesto como ‘material 367’, un residuo sólido peligroso para el ambiente”, expuso el ex trabajador de Alsua y recordó que desde que empezó a trabajar para la citada empresa sufre constantes hemorragias nasales.

Se voltean los rombos de identificación de los desechos que van al costado de los camiones para que la Policía Federal no los detenga. Este material no debería ser transportado sin medidas adecuadas, dijo Ricardo Villaflor, quien decidió iniciar la huelga de hambre, pese a que su esposa intentó disuadirlo, porque no encuentra cómo subsistir. Si quieren que muera gente para hacer algo, aquí me voy a morir, enfrente de ellos, junto con mi familia (lo acompañan dos de sus hijos); a ver si así reaccionan (el gobernador) Eduardo Bours y (el presidente) Felipe Calderón.

Acusó a los dueños de Alsua, Alfredo Suárez Ríos y Alfredo Suárez Serrano, quienes, aseguró, han evitado que otras empresas lo contraten. Nos están matando lentamente. Prefiero venir a morir aquí, concluyó.