Economía
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Una caída de 60% en la producción de vehículos desnivelará 1.6% la economía nacional

El desplome automotriz amenaza con la quiebra a varios estados

En Puebla la participación del sector en el PIB local es de 28.6%; Chihuahua depende en 25.9% de las armadoras; esa actividad genera 23 de cada 100 empleos en la entidad

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Depósito de vehículos en la delegación Gustavo A. MaderoFoto Crisrtina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de junio de 2009, p. 32

El desplome del sector automotriz mexicano durante 2009 arrastrará al borde de la quiebra a la economía de por lo menos una docena de entidades federativas, debido a su alto impacto en el producto interno bruto (PIB) local que, del cual, el caso de Puebla, representa 28.6 por ciento.

Un amplio estudio realizado por especialistas de BBVA, basado en los últimos resultados de la industria automotriz, pronostica un desplome de 60 por ciento en la producción de vehículos, lo que provocará al menos un retroceso de 1.6 por ciento en la economía nacional.

Las repercusiones serán más graves en algunas entidades del país donde la participación del sector automotriz es fundamental para su supervivencia: la economía local de Chihuahua, por ejemplo, depende en 25.9 por ciento de las armadoras; la de Aguascalientes, en 21.3; la de Coahuila, en 19.6; la de Guanajuato, en 19.1, y la de Querétaro en 13.9 por ciento.

Más aún, en Chihuahua, casi 23 de cada 100 empleos dependen de la fabricación de vehículos, partes y refacciones automotrices, mientras en Cohauila genera 13.1 por ciento de los puestos de trabajo.

De hecho, en cifras del IMSS se observa que el cierre de empleos en la industria automotriz inició desde 2007, cuando las exportaciones mexicanas de vehículos comenzaron a descender por la desaceleración económica en los principales mercados.

Así, la baja en la producción y demanda de automotores provocó, entre 2007 y el primer trimestre de 2009, el cierre de 130 mil puestos de trabajo, o 26.5 por ciento respecto de los 490 mil registrados hace dos años.

Algunas de las entidades más afectadas por la crisis automotriz en México también aparecen en una reciente encuesta sobre desocupación realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los investigadores de la máxima casa de estudios encontraron que en algunas ciudades la tasa de desocupación llegó a ubicarse hasta en 6.13 por ciento en el primer trimestre del año.

En 35 ciudades, dicen los investigadores, se concentra 62.59 por ciento de la población y casi la mitad de la riqueza nacional, pero no todas han tenido la misma capacidad de respuesta frente a la crisis.

Destacan las urbes con alto impacto negativo por la crisis y vinculadas al comercio exterior (como) Reynosa, Matamoros, Ciudad Juárez, Chihuahua, Nogales, Ciudad Acuña, Hermosillo y San Luis Potosí.

Dramatismo sobre ruedas

Por el peso relativamente elevado en la industria manufacturera y en el conjunto de la economía que tiene la industria automotriz y su cadena productiva, los especialistas de BBVA elaboraron el análisis La situación de la industria automotriz en México: una valoración sectorial y regional.

Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la industria automotriz, incluida la fabricación de vehículos, motores y autopartes, representa para la economía nacional alrededor de 3 por ciento del PIB, 3 por ciento del empleo total en el sector formal y 6 por ciento de las remuneraciones totales.

Pero, acota el estudio, esta actividad para entidades como Puebla, Chihuahua o Aguascalientes constituye literalmente uno de los pilares de la economía estatal, con participaciones que fluctúan entre el 20 y 30 por ciento en el PIB y entre 18 y 33 por ciento en las remuneraciones de los trabajadores.

Son 14 los estados del país donde la industria automotriz tiene presencia y que inevitablemente saldrán afectados en mayor o menor medida por la crisis que atraviesa este sector. Los estados que tienen la mayor participación de esta industria en el PIB local son Puebla, Chihuahua, Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Morelos, México, Tamaulipas, Sonora, Nuevo León, Baja California y Tlaxcala.

Los especialistas calculan que el volumen de producción anual en 2009 se reduzca en cerca de 60 por ciento, al pasar de 2.1 a sólo un millón de unidades. Mencionan los casos de dos de las tres principales armadoras, Chrysler y General Motors, que en 2008 generaron cerca de 14 mil puestos de trabajo directos y 56 mil indirectos.

En el caso de Chrysler, pronostican que al finalizar el año se dejarán de producir 146 mil vehículos con respecto a 2008 o una reducción de poco más de 50 por ciento, siendo la de Toluca la planta más afectada.

Para la otra armadora la situación no es mejor: La expectativa para GM de México también se agravó a partir de los planes de restructuración en que está inmersa la empresa. Por lo pronto, ya se anunciaron algunas suspensiones temporales en las actividades, la de mayor duración será en Silao (Guanajuato), ello aunado a los bajos niveles que muestra la producción, apunta a un descenso de cerca de 60 por ciento en 2009, o 286 mil unidades menos. Las plantas de Ramos Arizpe (Coahuila) y Silao serán las más afectadas, debido a que su producción está orientada a camionetas pick-up y SUV (camionetas), donde la caída en la demanda ha sido más intensa.

A escala regional no sólo en esas ciudades se observa el impacto negativo de la crisis automotriz. El estudio de BBVA expone: “es claro que el mayor impacto por los ajustes en la industria automotriz recaerá en entidades como Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Puebla y Aguascalientes, dada su alta participación en la economía estatal. Si bien podría haber hasta 12 entidades con algún grado de afectación, pueden anticiparse diferencias significativas entre ellas, dependiendo del tipo de vehículos que se fabrican, la marca y el tipo de planta.

“Por ejemplo, entidades como Coahuila, estado de México y Guanajuato, donde se ubican las plantas de GM y Chrysler, enfrentan no sólo la dificultad del entorno, sino el proceso de quiebra o intervención gubernamental de estas compañías en Estados Unidos. En Chihuahua, aunque no se tiene una planta de ensamble, se fabrican motores y autopartes, y como proporción del PIB, la industria automotriz en la entidad es la que mayor peso tiene a nivel nacional.

Las entidades menos afectadas en términos relativos podrían ser aquellas donde las plantas son relativamente nuevas, como Baja California, Jalisco y San Luis Potosí, o bien donde los modelos que se fabrican tienen mejor aceptación en el mercado. Este último podría ser el caso en Sonora, donde los modelos que ensambla la planta de Ford tuvieron en 2008 resultados comparativamente mejores respecto de otras marcas.