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Incontenible, la violencia en Ciudad Juárez: 13 ejecutados

Sicarios disfrazados de militares toman un poblado en Chihuahua
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de junio de 2009, p. 9

Unos 25 sujetos disfrazados de militares tomaron ayer por la mañana el poblado de Ojo Frío en la serranía tarahumara de la Alta Babícora –municipio chihuahuense de Guadalupe y Calvo, donde la Defensa Nacional desplegó esta semana miles de cadetes– y tras ejecutar a tres hombres levantaron a otras personas y quemaron al menos 10 casas y varios vehículos.

Los hechos trascendieron luego que a las 7:30 horas del jueves la Procuraduría General de Justicia estatal recibiese una llamada telefónica de la policía de Guadalupe y Calvo requiriéndole ayuda urgente para la localidad enclavada en el llamado Triángulo Dorado, entre los límites de Sinaloa, Chihuahua y Durango.

Elementos del Ejército, policías y agentes ministeriales acudieron al sitio y constataron las muertes de Mauro González Ramos, de 50 años, quien recibió 10 balazos de fusil AK-47, y de sus hijos José Ángel y Ramón Damián González Nájera, de 30 y 23 años, cuyos cadáveres quedaron a 300 y 600 metros de distancia, respectivamente.

Vecinos del poblado relataron que la madrugada de jueves escucharon varias detonaciones y al asomarse vieron a varios encapuchados que vestían uniformes camuflados de tipo militar (uno de ellos con el rostro pintado a rayas verdes), quienes también incendiaron una bodega y varios vehículos de la familia González Molina.

Dijeron ser militares y se introdujeron a otras casas cuyos moradores corrieron a esconderse en el bosque, pero vieron que se llevaban a sus familiares en dirección a la vecina comunidad de Ojo Frío de Abajo, sin establecer cuántas personas eran, según testimonios recabados por las autoridades.

Los habitantes rehusaron detallar quienes fueron las personas levantadas, pero indicaron que al menos 10 casas fueron incendiadas y sus ocupantes abandonaron el sitio bajo protección militar. En la escena, además, fueron localizados 105 casquillos percutidos de diversos calibres.

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Policías de Tijuana cargan el ataúd con los restos del oficial Sergio Antonio Barajas, asesinado el jueves por presuntos miembros del crimen organizadoFoto Ap

En Ciudad Juárez 13 personas fueron asesinadas en incidentes que incluyeron la ejecución de cuatro menores de 18 años –dos de ellos hermanos, José y Misael Mendoza– aproximadamente a las 23:20 horas en la colonia El Mezquital.

El jueves, en Parral, civiles armados dispararon a militares que los perseguían cuando intentaban ocultarse en una zona habitacional y se vieron en desventaja con la llegada de más soldados que tendieron un cerco y detuvieron a dos de los atacantes tras intensos cateos.

Otro ataque de sicarios contra una ambulancia, en Michoacán, costó la vida al presunto pistolero Felipe Édgar García Trinidad, de 23 años, a quien trasladaban de Uruapan hacia Morelia dos paramédicos en la unidad 2098, tras resultar herido en un tiroteo de bandas rivales el 14 de junio.

Su esposa Aidée Vanesa Segura Díaz, de 20 años, quedó gravemente herida en el incidente que se produjo cuando cuatro atacantes encapuchados a bordo de dos camionetas le cerraron el paso a la ambulancia y, tras la huida de ambos tripulantes, lanzaron una granada y abrieron fuego, con lo que la unidad fue envuelta en llamas con el cuerpo de García Trinidad en su interior, según versión de la agencia Dpa.

En Sinaloa, el ex policía Sergio Antonio Bueno Payán fue abatido de 26 disparos en el municipio de Navolato; un cadáver baleado apareció en Culiacán con mensaje adjunto donde lo llaman robacarros, y dos cuerpos embolsados y maniatados con cinta canela fueron hallados en la capital de Aguascalientes.

Medios locales informaron que dos reos fueron asesinados dentro de la cárcel de Torreón, Coahuila, y en Cancún, Quintana Roo, dos de tres personas ultimadas el jueves fueron identificadas como Iván Gregorio Blanco Herrera El Talibán, cubano de 48 años, indiciado en varias pesquisas federales, y Alfredo Rosales Chavéz, de 36 años, dueño de un vehículo donde aparecieron los cadáveres y cuyo permiso de circulación resultó apócrifo.