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La compañía, que dirige Cecilia Lugo, presentó Trazos de nostalgia ante decenas de reos

Internos del Reclusorio Norte se entregaron a Contempodanza

A los compañeros les conmovió la calidad del espectáculo, dijo un preso a la coreógrafa

Fue una experiencia muy fuerte, llena de energía, manifestaron algunos bailarines

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Lugo aseguró que la energía del público del penal llevó a los integrantes de la compañía a sacar una fuerza extra, es como alta tensión. Funciones como esta nos regresa mucho de lo que entregamos a la danzaFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de mayo de 2009, p. 2

Durante una hora se generó una evasión masiva de reos del Reclusorio Norte, en la forma de una inmersión en el mundo de sensualidad, languidez, amor y desamor, es decir, de baile, bolero, mambo y danzón, que la compañía Contempodanza construyó con su coreografía Trazos de nostalgia.

Al principio, las decenas de reclusos, que ocuparon más de la mitad del butaquerío del auditorio, recreaban la atmósfera de tensión y pesadumbre observado en los pasillos y retenes para llegar hasta allí, pero poco a poco, como quienes apaciguan un volcán y saben propiciar la comunión, los seis bailarines y bailarinas fueron encantando y seduciendo a su público.

Fue una experiencia muy fuerte y conmovedora, llena de energía, coincidieron en señalar al final de la presentación Cecilia Lugo, directora de Contempodanza, y algunos de los integrantes del cuerpo de baile, en referencia a la atención y emociones que lograron despertar en los espectadores y que, a la vez, influía en la entrega de los artistas.

Para nosotros el arte de la danza es algo casi sagrado y transforma la vida, dijo Lugo al volcán –vestido todo de beige y en rechifla por la demora– antes de comenzar la función. También les confesó: Estamos aquí con todo el corazón y ganas de compartir.

Después de la función comentó, más en corto, que la entrega y respeto del público del Reclusorio Norte la habían conmovido a ella y al cuerpo de baile, e incluso dijo que algunas bailarinas estuvieron al borde del llanto. Atrapamos al público, explicó, y agregó: Nuestro trabajo toca el corazón, en lo que coincidió el director del centro penitenciario, Fernando Alonso.

Un reo moreno, delgado y alto se acercó al grupo y le dijo a Lugo a modo de agradecimiento:

–A los compañeros les conmovió la calidad del espectáculo.

–Es que nosotros nos expresamos a través del arte –le comentó ella.

–Y lograron transmitir eso –agregó él, y Lugo expresó al grupo de funcionarios, reos y periodistas: “Tras la función platiqué brevemente con algunas de las chicas y estaban al borde de las lágrimas debido a la energía del público. Y cuando eso sucede uno tiene que sacar una fuerza extra, por ello los bailarines fueron más allá. Es como una alta tensión. Se tocan los corazones y por un momento se transforma la vida de la gente. Funciones como ésta nos regresa mucho de lo que uno entrega en la danza.

Dicen que la danza es efímera, pero eso sólo es cierto en el escenario, porque la gente se la lleva en su corazón para toda la vida. Por eso ofrecimos esta función gratuita. Es un momento de crisis: no hay dinero, no hay trabajo, se cierran teatros. Pero cuando estos problemas suceden tenemos que movernos más. Es un valor ético. Lo que México necesita es una revolución ética, no armada.

El programa que presentó Contempodanza buscó combinar calidad y un tono ligero para poder transmitir mejor sus búsquedas dentro de la danza contemporánea. Entre las piezas de la música popular que se bailaron y escucharon de manera grabada, la mayoría interpretada por Lila Downs, fuguraron Perfume de gardenias, La Malagueña, Bésame mucho, Quinto patio, Arráncame la vida, Un poco más y Arenita azul, así como varios mambos y danzones.

Al principio, varios reos tenían sólo como referencia para sus comentarios la belleza de las tres bailarinas, vestidas con faldas largas y amplias y blusas entalladas, pero de manera paulatina quedaron atrapados por la diversidad de sensaciones y emociones generados por los movimientos y cierto manejo actoral de ellas y ellos, al punto del encantamiento.

Los bailarines son: Marely Romero, Guadalupe Acosta, Itzel Zavaleta, Saúl Gurrola, Ugo Ruiz y Lino Perea. Romero sintetizó: Hubo una communión con este público. Contempodanza ya se presentó en el reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla, ahora en el Reclusorio Norte y pronto lo hará en otro aún por confirmar.