Sociedad y Justicia
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Variedades como pez diablo y otras, un riesgo para fauna y flora nativas

Alertan sobre expansión de especies exóticas
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de mayo de 2009, p. 37

La introducción inducida o accidental de especies exóticas en los ecosistemas naturales es una de las mayores amenazas para la biodiversidad de los mismos. En México la presencia de algunos peces exóticos representa una alerta, debido a que se han expandido alarmantemente en cuerpos de agua, como es el caso del pez diablo o limpiapeceras, advirtió la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

Sobre esa especie, en el país se cuenta con poca información de su situación en hábitat naturales, pero sabemos que donde se había predicho que se podía expandir, sobre todo en aguas corrientes, se ha ido estableciendo, aseguró Patricia Koleff, directora de Análisis y Prioridades del organismo.

En el país, en 1995 se detectaron estos peces por primera vez en el río Mezcala, en la cuenca del Balsas, y de allí a la fecha se han registrado en el río Usumacinta y sus vertientes, así como en la presa El Infiernillo, entre otros sitios.

Lo ocurrido en esa presa, indicó en entrevista, es un ejemplo de lo que puede ocasionar la introducción de especies ajenas o exóticas a los ecosistemas naturales, que son un factor determinante en la extinción de flora y fauna nativas.

En la presa, abundó, desde su introducción ha ocasionado anualmente pérdidas millonarias, en dólares, para la actividad pesquera de comunidades de Guerrero y Michoacán.

Indicó que en un estudio realizado en 2004 ya advertía de la depredación de esta y otras especies en las aguas nativas, pero la situación no estaba del tamaño que después corroboramos en campo, luego de 2005.

Los peces diablo desplazan a otras especias, algunas de ellas endémicas, de diversas formas, entre las que se encuentran la ingestión de sus huevos y la competencia por alimentos.

Entre las vías de introducción más frecuentes se encuentran la falta de medidas de seguridad de las granjas acuícolas donde las cultivan y las liberaciones por aficionados a los peces de ornato.