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40 enfermaron antes de la alerta y no fueron medicados adecuadamente, señala en estadística

Córdova: mujeres, más de la mitad de los 45 muertos por influenza A

La escolaridad de dos tercios de las víctimas oscilaba entre nula y educación secundaria, revela

Dice que Argentina y otros países han solicitado a la Ssa asesoría para abordar el virus A/H1N1

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El titular de Salud, José Ángel Córdova, y Óscar Mújica, representante de la Organización Panamericana de la Salud, durante la conferencia de ayerFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de mayo de 2009, p. 3

Más de la mitad de las 45 personas que han muerto en México a causa del virus de influenza A/H1N1 contaban con educación básica (primaria y secundaria); 26 (casi 60 por ciento) eran mujeres y de la tabla general destaca que 10 eran amas de casa, mientras que otros 10 de los fallecidos eran trabajadores independientes (sin acceso a la seguridad social).

Al presentar un informe más detallado sobre el perfil de quienes fallecieron –hasta el pasado 4 de mayo– por el nuevo virus, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dijo que 45 por ciento no recibieron el tratamiento antiviral (Tamiflu) y, según el funcionario, eso se debió a que 40 de ellos iniciaron con los síntomas de la enfermedad antes del 23 de abril, día en que se decretó la emergencia sanitaria por la identificación de la cepa de origen porcino.

Es decir, explicó, recibieron medicamentos para controlar una neumonía de las que comúnmente se atienden en los hospitales y fue hasta después que se agregó a sus terapias el oseltamivir (sustancia activa del Tamiflu).

En la conferencia de prensa matutina donde presentó el reporte sobre la situación de la epidemia en el país, el funcionario destacó que 24.4 por ciento de las víctimas tenían padecimientos metabólicos, principalmente obesidad. Se refirió en particular a cinco de los fallecidos, cuyo peso corporal superaba en más de 100 por ciento al peso ideal.

Otro grupo, 11 por ciento, padecía afecciones cardiovasculares como angina de pecho e hipertensión arterial; 8.9 por ciento fumaba; 2.2 por ciento tenían padecimientos autoinmunes, y otro porcentaje similar sufría de cáncer.

En este análisis se mantiene la tendencia de que 60 por ciento de los fallecidos son adultos jóvenes de entre 20 y 39 años, y junto con las personas de hasta 55 años, representan 84 por ciento de los decesos. Sólo dos eran menores de edad.

Respecto del nivel escolar, resulta que 7 por ciento carecía de educación; 34 por ciento contaba con educación primaria y 26 por ciento tenía la secundaria; 21 por ciento estudió el bachillerato y 12 por ciento el nivel profesional.

Sobre la ocupación, el reporte destaca que de las 26 mujeres muertas por el virus A/H1N1, 10 eran amas de casa, lo que parece sostener la hipótesis, en el caso de la población femenina, de que llegaron tardíamente a los servicios de salud, mientras que los trabajadores independientes (están 10 entre los muertos) carecen de acceso a las instituciones de seguridad social.

Córdova Villalobos agregó que cuando se es joven, se piensa que las cosas se resuelven fácil y rápidamente, por lo que no acuden al médico o recurren a la automedicación.

Después están cinco estudiantes, cinco empleados del sector público, cuatro personas desempleadas; cuatro trabajadores en el sector privado; cuatro profesionistas; dos menores de edad y un comerciante.

El funcionario también comentó sobre los principales síntomas que manifestaron las personas que murieron a causa de la epidemia. Dijo que 93.3 por ciento presentó fiebre; 86.7 por ciento tuvo tos; 80 por ciento dificultad para respirar; 60 por ciento expectoración (flemas); 33 por ciento presentó dolores musculares.

Otros síntomas fueron expectoración con sangre en 33 por ciento de los casos; flujo nasal (31 por ciento); y con menor frecuencia se reportaron dolores de cabeza, cianosis (coloración azul de la piel); dolor de tórax y al tragar; congestión nasal y vómito.

Por otra parte, Córdova se refirió al regreso a las actividades educativas en los niveles medio superior y superior, el jueves pasado, y mencionó que aunque alrededor de 5 mil jóvenes presentaron algún síntoma de enfermedad respiratoria, son muy pocos, tomando en cuenta que el universo de estudiantes en estos niveles es de 2.5 millones de personas.

También informó que ha recibido solicitudes de asesoría de varios países, entre ellos Argentina, sobre la experiencia con el virus A/H1N1. Han querido saber sobre la situación de la epidemia y los resultados de las medidas preventivas que se aplicaron. Dijo que se han organizado teleconferencias con las naciones latinoamericanas, en las que también han participado los ministerios de Salud de Canadá y de Estados Unidos.

En torno a la reorganización del trabajo en la Ssa para la detección de los nuevos casos de influenza A/H1N1, Córdova comentó que se están redefiniendo los criterios para la toma de muestras. Ocurría, dijo, que nos estaban inundando de muestras que no tenían toda la justificación para ser procesadas.

Explicó que se someten al análisis de laboratorio los casos de quienes fallecieron, de quienes están hospitalizados y los que presentan síntomas claros de influenza aun cuando no se haya confirmado que se trate de influenza A.