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La Sinfónica de Boston debió cancelar el pasado abril una gira por Europa

Por la crisis, orquestas de EU intentan sobrevivir con medidas de austeridad

Las agrupaciones no reciben apoyo estatal y sus fondos privados se pulverizaron

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Tres instantes de uno de los conciertos recientes de la Sinfónica de Boston, con su director titular, James Levine, quien actualmente es una de las máximas autoridades en la batuta. Las orquestas de Boston, Cleveland y Pittsburgh, entre otras, se ven amenazadas por el mal que avizoró el poeta Ezra Pound: la usuraFoto Michael Lutch
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de mayo de 2009, p. 4

Nueva York, 8 de mayo. Varias orquestas sinfónicas de Estados Unidos, cuyo financiamiento depende de fondos privados, se ven amenazadas por la crisis económica e intentan sobrevivir con medidas de austeridad.

La crisis impacta a grandes formaciones como la Sinfónica de Boston –que figura entre las cinco más importantes de Estados Unidos y tuvo que cancelar el mes pasado una gira europea–, pero sobre todo a orquestas menos poderosas, cuya vida en algunos casos está amenazada.

A pesar de su éxito, la Sinfónica de Portland lucha por su supervivencia, dijo Alice Kornhauser, portavoz de la agrupación de esa ciudad del estado de Maine, en el norte de Estados Unidos.

El caso de esta orquesta ilustra cómo algunas instituciones culturales de Estados Unidos –en particular las dedicadas a la música, que en muchos países reciben subvenciones estatales–, afrontan la era de vacas flacas.

La orquesta operó recortes este año en todas las áreas, eliminó dos empleos, redujo salarios en 10 por ciento y sus programas de conciertos.

Los principales recortes de programas son en nuestros conciertos de verano, explicó Kornhauser.

Las finanzas de una orquesta se consideran por lo general sanas cuando los fondos de sustento que posee representan al menos el triple de sus gastos de funcionamiento. Esos fondos, a menudo invertidos en la bolsa o alimentados por donaciones que se volvieron escasas, se fundieron como nieve al sol con la crisis.

La Sinfónica de Pittsburgh (Pensilvania) anunció el pasado marzo que despidió a nueve empleados administrativos para ahorrar 400 mil dólares anuales sobre un presupuesto de 30 millones de dólares.

Esa fue nuestra reacción a la situación económica, pero no se trata de un despido tradicional, aseguró Lawrence Tamburri, presidente de la orquesta. Nos estamos restructurando para quedar sanos en lo económico.

Recorte de salarios y despidos

Según el diario Los Angeles Times, la orquesta de Atlanta (Georgia) recortó salarios en los dos meses anteriores, la de Nuevo México licenció a tres empleados y redujo 10 por ciento los salarios, la de Filadelfia redujo su personal en 20 por ciento y la de Charleston (Carolina del Sur) bajó sus salarios en 10 por ciento.

Las orquestas más acaudaladas financieramente capean la tempestad recortando giras en el extranjero, como la Sinfónica de Boston, que se abstuvo de viajar a Europa ante los tiempos de incertidumbre, pero otras tomaron medidas más drásticas, como la de Cleveland (Ohio).

También considerada entre las cinco mejores de Estados Unidos, esa orquesta teme un déficit de 7.5 millones de dólares este año, según su director ejecutivo, Gary Hanson.

Junto al director musical Franz Welser-Most, Hanson aceptó reducir sus honorarios en 20 por ciento y 15 por ciento, respectivamente. Además de cancelar giras a escala nacional y reducir el número de conciertos, la orquesta analiza reducir puestos de trabajo entre los atrilistas.