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Baja el riesgo, pero crecen las necesidades

Hacen limpia al transporte público 3,500 trabajadores
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Personal de limpieza de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal desinfecta con cloro las instalaciones ante la reanudación de los servicios mañana miércolesFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de mayo de 2009, p. 24

Los 3 mil 500 trabajadores de limpia del gobierno capitalino colaboran en las brigadas de desinfección que se realizan en las instalaciones del Metro, situación que se replica en el Metrobús, taxis y microbuses, los cuales lucieron impecables y registraron una mayor afluencia respecto de la semana pasada, al reducirse la alerta máxima a riesgo elevado por la influenza, lo cual permitió a decenas de personas salir de sus casas con sus hijos para comprar víveres, ir al banco o a empeñar una joya o electrodoméstico para salir de apuros.

Desde temprana hora largas filas se formaron en la matriz del Nacional Monte de Piedad con la esperanza de obtener el dinero suficiente para la compra de alimentos y medicamentos, pagar la renta o refrendar sus pertenencias, para no perderlas, porque los aretes, la pulsera y las esclavas son las que siempre nos ayudan a pagar las deudas, y hasta algunas veces las vacaciones, aunque ahora éstas se quedarán en el baúl de los deseos.

La alerta epidemiológica evitó que doña Rosa y su familia aprovechara este puente largo para visitar un balneario de Morelos, pues tuvo que levantar su puesto de comida desde el miércoles pasado, dejar a sus cuatro hijos encerrados y gastar sus pocos ahorros en comida, cubrebocas y antigripales, porque Liliana, la más pequeña, se enfermó y no quería que contagiara a los demás, y después le fuera a dar el virus ese, lo cual, gracias a Dios, no sucedió”.

Así que al escuchar las noticias y enterarse que la situación mejoraba, acudió a la matriz del montepío a refrendar su boleta, mientras otras mujeres acompañadas de sus pequeños iban a empeñar unas joyas, electrodomésticos, electrónicos o ropa de cama nueva. No salimos de una mala racha y entramos a otra, comentaba Teresa, una mujer de la tercera edad, quien confiaba en obtener el dinero suficiente para cubrir el pago del cuarto que ocupa en una vecindad en la colonia Morelos, y sus alimentos, pues el dinero de su jubilación es muy poquito y mis achaques son muy grandotes.

Como ellas, otras amas de casa y vendedoras de comida en la vía pública esperaban en la fila con sus pocas pertenencias. Antes, recordaba una de ellas, venías con un montón de cosas a empeñar y te daban buen dinero, pero con el paso de los años y con tantos problemas económicos y, ahora hasta de salud, vas perdiendo tus tesoros, y los que te quedan son insuficientes para enfrentar una situación como la que estamos viviendo. Así que no te queda más que apechugar.

A diferencia de la semana pasada se observó un mayor número de personas en el Centro Histórico, aun cuando muchos negocios permanecen cerrados; así como en los diversos modos de transporte público, que eran sujetos de una limpieza a fondo, como se observó en las instalaciones del Metro, donde trenes, vagones y pasamanos eran desinfectados por trabajadores de limpia; en el Metrobús, el servicio colectivo y taxis, lo cual obligó a los usuarios a aguantar un fuerte olor a cloro.

Varios entrevistados comentaron que es mejor ese olor, porque la verdad olían a mugre o tabaco, pues eran un verdadero muladar, aunque también nos toca a nosotros como pasajeros mantenerlos limpios y no dejar entre los asientos basura y, en caso de hacerlo, ser denunciado públicamente, para que nos llevemos una rechifla, por lo menos.

La Secretaría de Transportes y Vialidad llamó a los dirigentes del transporte público a mantener las medidas de prevención para evitar que este servicio no se convierta en una fuente de contagio del virus de la influenza, mediante la limpieza del tablero, tapetes, asientos, manijas de apertura de ventana y puertas, elevadores, agarraderas, tubos, respaldos de asientos, entre otros; y supervisar que los operadores porten cubrebocas y guantes de látex.