Yishai Jusidman (México, DF, 1963) es un ejemplo vivo de que la pintura no está muerta, como bien demuestra Pintura en obra/Paintworks, exposición retrospectiva a media carrera, que se presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM).

Bueno, espero no ser el único ejemplo, expresa Jusidman.

Acota: No creo que la pintura vaya a morir. Inclusive, aunque no haya pintores en ejercicio, un Velázquez, un Vermier, un De Kooning, un Jackson Pollock, siempre nos van a comunicar, nos van a involucrar. Es el reto de un artista o de un pintor en cada época: tratar de mantener ese efecto vivo, la potencia de concretar ese efecto con las herramientas de su momento.

En el acto inaugural, Osvaldo Sánchez, director del MAM, dijo que Pintura en obra/Paintworks salió de la administración anterior como un proyecto pequeño, pero nos pareció importante romper un poco el formato de galería de exposiciones pequeñas e irnos a muestras que revisaran 20, 25 años de carrera.

La muestra, que primero fue organizada en el Museo Amparo, en Puebla, pretende aquilatar la contribución de Yishai al panorama de la plástica mexicana.

La retrospectiva comprende 12 series: El astrónomo, Esferas-payaso, Los payasos, Geisha, Sumo, Bajo tratamiento, Mutatis mutandis, Pintores trabajando, Modelos, Stills, Abstracciones y The Economist Shuffle, la más reciente.

Hace un lustro, Jusidman se fue a vivir al extranjero. Ese hecho, asegura, no ha cambiado la esencia de su obra: Lo mío es realmente un trabajo de estudio, que gira alrededor de la idea de lo que sucede allí, y cómo se transfiere eso al espacio de la galería o del museo. Entonces, siento que puedo producir igual en México que en París, en Los Ángeles o donde sea.

Espíritu del momento histórico

Claro que hay influencias que se cuelan a nivel de material, por ejemplo, como de atmósfera, de color. En cuanto a contenidos, lo que busco es tener una línea constante a lo largo del trabajo.

Jusidman comenzó The Economist Shuffle hace tres años. El conjunto de 20 obras –hasta el momento– se exhibe en el MAM.

La serie nació a raíz de que la revista británica The Economist empezó a reproducir imágenes en color. El artista se fijó especialmente en las de la primera sección, El mundo esta semana, sin resumen de noticias: “Escogen imágenes muy pensadas, porque son de formato muy pequeño, de 4 por 4 centímetros, recortadas casi a un cuadrado.

“Constantemente me encontraba con imágenes que me llamaban la atención a nivel gráfico, y me decía a mí mismo: ‘ay, éste puede ser buen material para hacer una pintura’.

“Después de un par de años decidí intentar hacer un cuadro de esto; al hacerlo me di cuenta de que hay ciertas razones por las que me llamaban la atención, entre ellas porque tal vez la imagen me recuerda una pintura, o la composición es interesante por alguna razón; el color, la idea o el reto de traspasar esa imagen a pintura.

“Entonces, al final, lo que sucede es que las razones por las que escogí estas imágenes son plásticas. Pero, debido a que aparecen en esta revista de información noticiosa, las imágenes en conjunto terminan con un peso ilustrativo del momento, como mosaico del zeitgeist del momento histórico que vivimos, sin pretender por ello articular una crítica o un comentario acerca de ello.”

Aun se evalúa si Pintura en obra/Paintworks itinerará a otro recinto.