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La técnica permitirá remplazar el uso de las obtenidas de un embrión, señalan

Expertos de Alemania y EU logran células madre mediante proteínas

Denominadas piPS, se consiguen sin intervención genética y los resultados de su análisis son más precisos, evitando el potencial riesgo de desarrollar cáncer, explican los investigadores

 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de abril de 2009, p. 2

Cambridge (Reino Unido) y Münster (Alemania), 23 de abril. Un equipo de investigadores alemanes y estadunidenses logró un avance decisivo en las técnicas para la obtención de las codiciadas y prometedoras células madre.

Los biólogos reprogramaron células de ratones convirtiéndolas en una especie de células madre, sin necesidad de introducir genes, informó el grupo encabezado por Sheng Ding, del Instituto de Investigaciones Scripps en California, en un artículo publicado en la revista Cell Stem Call en su versión online.

Sólo fueron introducidas algunas proteínas, que volvieron atrás el reloj del ciclo de vida de las células.

La importancia del logro radica en que la aplicación de esta técnica podría servir en el futuro para remplazar el uso de las controvertidas células madre embrionarias, cuya obtención implica la destrucción de un embrión.

Debido a que el equipo de especialistas no introdujo en los tejidos de la piel genes adicionales, a diferencia de otros grupos de trabajo, evitó el potencial riesgo de que se desarrolle un cáncer, en el caso de que se aplique en el futuro con fines médicos.

Cuando se realizan intervenciones genéticas, puede conducir a una inactivación de otros genes o hasta a la degeneración celular, explicó Hans Schöler del Instituto Max Planck de Biomedicina Molecular en la ciudad alemana de Münster, uno de los integrantes del grupo encabezado por Dign.

La adición de proteínas, en cambio, no constituye ningún riesgo para el genoma, según los conocimientos actuales.

Las células madre pluripotenciales inducidas por proteínas (piPS) obtendidas se desarrollaron formando tres tipos celulares básicos, a partir de los cuales, en el desarrollo embrionario se diferencian todos los tejidos y órganos.

Desde hace años muchos grupos de científicos se dedican a la búsqueda de un procedimiento semejante.

El próximo paso es la transferencia de la técnica a células humanas, dijo Schöler, quien al mismo tiempo advirtió que no se deben alimentar esperanzas de manera prematura.

La aplicación de ese tipo de células como fuente alternativa para terapias de remplazo celular es todavía cosa del futuro.

Schöler indicó que con las células piPS también se podrían analizar desarrollos de enfermedades y optimizar las terapias, al hacerlas más específicas para cada paciente. Es posible, llevar a una serie de enfermedades prácticamente a la cápsula de Petri, dijo.

Las células piPS se obtienen sin intervención genética, a diferencia de las células iPS (células madre pluripotenciales inducidas). Por lo tanto, tienen menos cargas y las conclusiones que se pueden sacar a partir del análisis de ese tipo de células son más precisas.

El equipo de investigadores colocó en el entorno de las células en principio cuatro proteínas de control. Las células las absorbían y las digerían en poco tiempo. Por este motivo, el ciclo tuvo que ser repetido cuatro veces, hasta lograr la reprogramación total de las células.

Las proteínas de control fueron producidas por bacterias, en las que estaban activados estos cuatro genes, que sirvieron para la reprogramación celular.

La reprogramación de las células avanzó rápidamente en los pasados tres años: en 2006, los biólogos lograron por primera vez reconvertir en una especie de células madre embrionarias a células adultas, con ayuda de cuatro genes de control.

Posteriormente, necesitaron cada vez menos genes o los introducían sólo temporalmente en las células. Ahora, los investigadores usaron proteínas, que son degradadas por las células.

El trabajo fue realizado con fondos de la empresa californiana de biotecnología, Fate Therapeutics.