Opinión
Ver día anteriorMiércoles 22 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Andanzas

Danzvaria

M

últiples son las opciones de danza que ofrece la cartelera cultural en esta calurosa primavera. Están, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), las ya tradicionales actividades, como la red de festivales en la República Mexicana, la puesta en escena del ballet La bella durmiente del bosque, la temporada Perfiles Internacionales en el Teatro de la Danza, parece ser junto con la Muestra Internacional de Danza-Oaxaca, una prueba más de que la cosa, sin embargo, se mueve.

Perfiles Internacionales presentó el pasado fin de semana la obra Señal, de Santiago Turenne y Miguel Jaime, quienes comentaron que no querían contar ninguna historia, dar mensaje alguno, ni que el cuerpo se moviera con la música, sino simplemente trabajarlo más orgánicamente y pensar el movimiento como una acción que involucra la cabeza y el pensamiento en la concentración para la ejecución de la obra.

Turenne expresó que en el proceso creativo no les interesa el mensaje, sino la ejecución de la obra en el espacio y tiempo determinado y, así, ver qué surgía de ello como artistas en el campo de la danza contemporánea..., algo que me suena, o me hace recordar el pensamiento de Merce Cunningham, quien justamente cumplió 90 años el pasado 16 de abril, y a pesar de su artritis, se encuentra de gira con su compañía en Francia, para participar en la Biennale En-Val-de-Marne”.

Y no deja de ser curioso, así como los creadores de la alta costura retoman modas de tiempos pasados, las coincidencias y redescubrimientos se suceden ante el azoro de las nuevas generaciones que, tal vez sólo de oídas, conocen lo ya experimentado en aquella gloriosa etapa de ruptura de la danza estadunidense en la que Cunningham, Taylor, Tharp, Trisha Brown y Alwyn Nikolais, entre otros, dieron un vuelco definitivo a la historia que una y otra vez bebe en el mismo manantial un líquido diferente.

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Intérprete de la Academia de Danza de Rotterdam, durante una presentación en un festival en Skopje, MacedoniaFoto Reuters

La Compañía Nacional de Danza (CND), que hace lucir muy bien adaptada La bella durmiente en un espacio del castillo de Chapultepec, ha dado una sorpresa, pues nos encontramos con la novedad de que en los boletines de prensa ya aparecen los nombres de los intérpretes de los personajes centrales de la obra de Petipa-Chaikosvski, lo cual es un paso importante y gran aliciente para los bailarines. Sólo las grandes compañías son capaces de manejar en todos sentidos le grandeur de una prima ballerina assolutta, de solistas y de primeras figuras.

Sin embargo, son Martha Graham y Merce Cunningham los grandes promotores del no estrellato individual, pues daban por sentado que todos los bailarines de sus compañías eran estrellas de primera magnitud, concepto que rápidamente se extendió en las agrupaciones mexicanas de danza moderna y contemporánea tratándonos a todos igual, lo que ha propiciado la aparición de estrellas en la historia inventada y acomodada de la leyenda mexicana. Así, mientras unos bailan a morir, otros viven de la danza, sosteniéndose mutuamente en sus feudos y círculos de poder, perfectamente estructurados.

De este modo, Sylvie Reinaud, quien conoce esa problemática, pues fue preciosa prima ballerina, ahora, como directora de la CND, presentó a los periodistas el elenco principal de La bella durmiente: Iratxe Beorlegui, la princesa Aurora; como el príncipe Désiré, Hansel Nadchar; pas de deux del pájaro azul, Silvia Olivares y Erick Rodríguez, y como Carabosse, José Luis González, entre otros.

Las funciones se realizan en la explanada de Castillo de Chapultepec, y le ruego consulte la cartelera y cómo acceder al lugar, pues vale la pena verlo.