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El encuentro con Calderón se quedó corto, pues no se aterrizaron acuerdos sobre migración

Sólo buenas intenciones en la visita de Obama, coinciden políticos y expertos

Organizaciones campesinas y de derechos humanos califican la cita de protocolaria

 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de abril de 2009, p. 6

El resultado de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a México generó reacciones encontradas. Mientras la oposición en la Cámara de Diputados lamentó la falta de resultados concretos, el Partido Acción Nacional (PAN) la calificó de exitosa.

En tanto, el ombudsman nacional, José Luis Soberanes, manifestó que los proyectos de los gobiernos de México y Estados Unidos para combatir la delincuencia y la migración indocumentada son únicamente buenas intenciones, porque desde hace tiempo los vecinos del norte nos han dado la tarea de hacer el trabajo sucio. Por un lado viene el garrotazo y por otro la zanahoria, expresó.

Sobre ese asunto, Andrés Manuel López Obrador calificó de grave error que se pretenda combatir asuntos migratorios y de inseguridad con mayor vigilancia. Tal situación no se reduce a un asunto de policías y bandidos, porque los problemas de referencia tienen origen en la pobreza, el desempleo y la falta de oprtunidades, comentó el tabasqueño.

Consultados al respecto, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirmaron que la visita del mandatario estadunidense fue un acto de protocolo, en el que no se dieron a conocer señales en torno a la posibilidad de avanzar en temas prioritarios para nuestro país, como un acuerdo migratorio o modificaciones en la legislación que regula el mercado de armas más allá de la frontera.

A su vez, organizaciones campesinas y de derechos humanos lamentaron que ciertos aspectos no se hayan abordado en el encuentro, como el respeto a las garantías individuales y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Tacharon la reunión de acto protocolorario y visita cordial sin mayores efectos, en la que se impuso la agenda de los estadunidenses.

Optimismo desbordado del Presidente

Martha Singer, politóloga y catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la UNAM, resaltó que sólo un optimismo desbordado del presidente Felipe Calderón puede calificar el encuentro como el inicio de una nueva era en las relaciones bilaterales.

Jesús Gallegos Olvera, catedrático de la FCPS y especialista en las relaciones México-Estados Unidos, destacó que con la visita del presidente estadunidense no inicia una nueva era, sino una etapa distinta en los vínculos entre ambas naciones, que requiere soluciones más innovadoras a los problemas de una vieja agenda bilateral.

Entre los integrantes del Poder Legislativo, Samuel Aguilar, diputado del Partido Revolucionario Institucional, criticó que el encuentro haya sido monotemático y que en la zona de Polanco prácticamente se haya decretado un estado de sitio, que violó los derechos fundamentales de la población.

Consideró que es lamentable y realmente vergonzoso que el gobierno mexicano no haya hecho ninguna mención o condena a la construcción del muro en la frontera. Eso deja mucho que desear del encuentro, puntualizó. Destacó que la visita de Barack Obama prácticamente fue una parada técnica rumbo a Trinidad y Tobago.

Más allá de quienes fueron invitados a la cena en el Museo Nacional de Antropología, el coordinador del grupo parlamentario de Convergencia, Alejandro Chanona, estimó que la reunión entre ambos mandatarios se quedó corta, pues no se aterrizaron nuevos acuerdos para enfrentar el problema de la seguridad y la migración.

Por su parte, José Manuel del Río Virgen, secretario de la mesa directiva de la Cámara, dijo que el presidente de Estados Unidos da la impresión de que anda en campaña, pues da discursos bonitos y autógrafos.

En contrapartida, el panista José Luis Espinosa Piña opinó que si bien no podemos regocijarnos y pavonearnos de que la visita fue lo que todo mundo hubiera esperado, sí se puede hablar de que fue exitosa.

El coordinador de los senadores del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Navarrete, informó que aprovechó los instantes que tuvo frente a Barack Obama –al final de la cena en el museo de Antropología– para proponerle iniciar una nueva relación con la izquierda mexicana.

El presidente de la mesa directiva, el priísta César Duarte, destacó que la visita fue positiva, aunque no se puede pensar que todo está resuelto. Dijo sentirse optimista, pues hay una verdadera disposición a iniciar un nuevo momento que puede llevar a encauzar los problemas comunes.