Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 12 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Es un montaje de los guardias, dice reo, si creen en esta propaganda, yo soy Santa Claus

Guantánamo al descubierto, el testimonio final de la era Bush

Las cámaras de Natgeo exploran el interior de una de las prisiones más polémicas del mundo

Si EU no respeta derechos humanos, el lugar seguirá existiendo como concepto, dice abogada

Foto
George W. Bush calificó a los prisioneros como un grupo de asesinos a sangre fría y así es como vamos a tratarlosFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de abril de 2009, p. 6

Washington, 11 de abril. Los guardias de la prisión militar de la base estadunidense de Guantánamo, en Cuba, llaman coctel a la mezcla de heces, orina y saliva que los presos lanzan sobre ellos y que dramatiza su situación, como si fueran soldados en un campo de batalla.

Los reclusos hablan de sus años tras las puertas de acero, la mayoría de ellos sin tener condena alguna, y denuncian a sus carceleros como atacantes de musulmanes (...) con sangre en sus manos.

Las tensiones del día a día entre los reclusos, algunos de los cuales denuncian tortura, y los soldados que los vigilan, son gráficamente descritas desde ambos puntos de vista en un documental de National Geographic (Natgeo), Guantánamo al descubierto, que se estrenó en México y Estados Unidos el pasado domingo 5 de abril.

Este lugar es aún una parte integral de la guerra contra el terrorismo, dijo en el documental el coronel Bruce Vargo, alcaide de Guantánamo. Un ex recluso concuerda, al describir la prisión como una zona de guerra, física y sicológica.

El documental es la primera visión interna del centro de detención para presuntos terroristas, el cual se ha convertido en un símbolo mundial de los abusos de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

También podría ser la última producción dentro del centro de detención, ya que el presidente estadunidense, Barack Obama, ordenó su cierre antes de fin de año. Su gobierno evalúa el destino de los cerca de 240 detenidos que aún se encuentran en la prisión.

La bahía de Guantánamo era el equivalente legal del espacio sideral, un lugar sin ley, dijo en el documental el ex abogado de defensa naval Charles Swift .

El representado de Swift, Salim Ahmed Hamdan, logró un fallo de la Corte Suprema que reconoció los derechos de los prisioneros de Guantánamo en tribunales estadunidenses.

El documental de una hora y media fue filmado en agosto del año pasado, en momentos en que el gobierno de George W. Bush insistía que era imposible cerrarlo, pese a la condena mundial.

El equipo de producción también visitó Afganistán e Inglaterra para entrevistar a reclusos liberados y conversó con legisladores estadunidenses, fun- cionarios de los servicios de inteligencia y abogados.

El documental describe la rutina diaria en Guantánamo.

Los guardias hacen rondas de vigilancia, cada tres minutos, por posibles suicidios; los reclusos hacen bromas o se burlan; un bibliotecario musulmán entrega libros o los soldados corren con protecciones en sus rostros y guantes de goma para aplacar los disturbios.

Habitaciones sin ventanas

El documental muestra las ruinas cubiertas de parras del campo, las celdas abiertas donde los reclusos, en uniformes color naranja, estuvieron presos por primera vez en 2002 y eran llevados con grilletes a chozas de madera con estrechas habitaciones sin ventanas, donde los interrogaban.

Visiones encontradas

La producción también analiza la política estadunidense –después de los ataques del 11 de septiembre de 2001– hacia los sospechosos de terrorismo, desde los abusos e interrogatorios brutales hasta los dictámenes de la Corte Suprema y lo que el Ejército califica ahora como trato humano y respetuoso.

A lo largo del camino, el ex presidente Bush calificó a los presos como un grupo de asesinos a sangre fría y así es como vamos a tratarlos.

Una vez que capturas a esas personas no puedes liberarlas, dijo el ex consejero asociado de la Casa Blanca, Bradford Berenson. No puedes matarlos, eso sería una violación a la ley internacional, agregó.

Un guardia de Guantánamo orienta a sus nuevos compañeros: Pueden ser justos, firmes e imparciales sin ser idiotas (...) la gente sabe, afirmó.

Pero en la prisión, un reo grita desde su celda: Nunca, nunca, estoy aquí hace siete años, nunca tuve mis derechos.

Otro recluso afirma que los guardias están montando un espectáculo para el equipo de producción, que tiene prohibido entrevistarlo.

Ahora es un buen servicio, dice riendo. Si creen en esta propaganda, yo soy Santa Claus, agregó el reo.

Cruzando el Atlántico, el ahora libre Moazzam Begg, ciudadano británico detenido desde 2002 hasta 2004, dijo que casi se vuelve loco durante su solitario confinamiento bajo la sospecha de que estaba financiando el terrorismo, y que deseó que una tormenta se lo llevara lejos.

Todo lo que era había terminado. Ser padre. Ser hermano, esposo, hijo, señaló Begg.

Las figuras clave involucradas en el documental dicen que describieron objetivamente la prisión.

Entrega una imagen de 360 grados y la gente puede formar su propia opinión, aseveró Charles Stimson, un ex director de temas de detención del Pentágono, que ayudó a National Geographic a ingresar a Guantánamo.

Stimson dijo a un panel de discusión, tras ver un avance del documental, que esperaba que el esfuerzo ayudara a reducir el abismo entre el Guantánamo de ahora y el que fue en los años previos.

La abogada defensora Sarah Havens advirtió que el cierre de Guantánamo no limpiaría un registro cuestionable sobre el respeto de los derechos humanos de Estados Unidos mientras el gobierno de Obama continúe afirmando que puede tener prisioneros sin un juicio justo.

Si ellos toman a los reclusos y los remueven a Estados Unidos y los detienen indefinidamente, Guantánamo todavía existirá como concepto, afirmó Havens.