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En San Bernabé Ocotepec la escenificación de la crucifixión es la vía hacia la reconciliación

La crisis económica actual es un castigo de Dios ante tanta violencia y ambición

Con más recursos técnicos que en otros años, reos del Reclusorio Oriente representaron la Pasión

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Medio centenar de internos escenificaron el vía crucis en el Reclusorio Oriente, en la imagen. Al igual que en años anteriores, contaron con la asesoría de la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de MéxicoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de abril de 2009, p. 5

Para algunos de los espectadores de la escenificación de la Pasión de Cristo en San Bernabé Ocotopec, delegación Magdalena Contreras, es la búsqueda del perdón de sus errores, porque la culpa y el temor los atormenta.

Durante el recorrido de la procesión presenciaron el castigo al que fue sometido el Cristo del poblado, con el que encuentran alivio a sus pecados.

Hubo quienes aseguraron que la crisis económica es un castigo de Dios por tanta violencia y ambición. Eduardo Carrasco, habitante del centro de la demarcación, comentó que sen cada latigazo está el perdón por la falta.

La crucifixión, para los lugareños, es una reconciliación con amigos, familiares y el entorno social, por ello la realizan desde hace varias décadas.

Por segunda ocasión, Carlos Eduardo Cruz Arenzos, de 20 años de edad, protagonizó el papel principal. El último kilómetro del recorrido, que culminó en la zona arqueológica de Mazatepétl, del cerro del Judío, fue adornado con tapetes multicolores elaborados con aserrín.

Los lugareños pasaron la madrugada creando los tapetes, aseguran que cada participación es una aportación que ratifica su fe.

Bajo los rayos del sol, familias completas esperaron la crucifixión; los momentos más difíciles fueron los últimos metros para llegar al también conocido cerro de las Tres Cruces, el cual se encuentra bajo el resguardo de Instituto Nacional de Antropología e Historia.

La familia Castillo, que siguió paso a paso el recorrido de la procesión, iba a cumplir una penitencia cuando el Cristo de San Bernabé Ocotepec pronunciara sus últimas palabras. Uno de sus parientes cometió un delito: lo agarraron cuando trataba de llevarse los espejos de un vehículo.

Los integrantes de la familia miraban al cielo en espera de que se nublara y la representación terminara con una lluvia. Pero los intensos rayos del sol les confirmaron que su espera sería inútil.

Vía crucis en el Reclusorio Oriente

Medio centenar de reos representaron el vía crucis en el Reclusorio Oriente.

Al igual que en años anteriores, la escenificación fue asesorada por la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de México; en esta ocasión, el papel de Cristo lo asumió un reo del fuero común.

Los internos se prepararon y a diferencia de otras veces, la escenificación contó con mayor número de recursos técnicos.

Además de Dimas y Gestas, también apareció Judas representado por Víctor Hugo Ortega Fregoso, sobre quien pesa una sentencia de 35 años de prisión, y en esta ocasión terminó ahorcado en un árbol de la explanada del centro de readaptación social.

Me ha servido mucho participar en este acto. Ha sido una manera de expiar mis culpas; desde que me acerqué a la Pastoral Penitenciaria mi vida ha cambiado, aseguró al final de la representación.

El Cristo del Oriente fue Oswaldo Rodríguez Hernández. Es la segunda ocasión que asume el papel del nazareno. Tiene 24 años y fue acusado por privación ilegal de la libertad.

El vía crucis comenzó en el auditorio y finalizó en la explanada. Tras la escenificación, otros presos se acercaron a los actores, y algunos, en son de broma, les solicitaron autógrafos.

Autoridades del sistema penitenciario, integrantes de la pastoral e internos se dijeron satisfechos por haber cumplido con la actividad, que ya es tradición en el Reclusorio Oriente.