Mundo
Ver día anteriorViernes 10 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Cálculos conservadores estiman los daños hasta en 3 mil millones de la moneda europea

Entregará el gobierno italiano 400 euros al mes a familias afectadas por el terremoto

Suspenden pago de impuestos en la región y cobros de electricidad y gas; aumentan a 281 los muertos

Foto
Una pareja pide a un oficial ayuda para recuperar algunas pertenencias en el devastado pueblo de OnnaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de abril de 2009, p. 21

L’Aquila, 9 de abril. Socorristas retiraron este jueves más cuerpos de entre los escombros del peor terremoto que ha sacudido Italia en tres décadas, desafiando fuertes réplicas con escasas esperanzas de encontrar más sobrevivientes.

La cifra de muertos por el sismo del lunes en la región central de los Abruzos aumentó a 281 personas luego de que se rescataron los últimos cuerpos, entre ellos los de dos estudiantes que quedaron sepultados bajo un dormitorio.

Temblores sacudieron la ciudad medieval de L’Aquila y poblados cercanos durante esta mañana, dañando todavía más los edificios y provocando que las autoridades acordonaran el centro de la ciudad, que soportó lo peor de un sismo de magnitud 6.3.

El primer ministro Silvio Berlusconi llamó ciudad fantasma a L’Aquila y dijo que la reconstrucción costará miles de millones de euros. Las réplicas han aterrorizado a muchos de los sobrevivientes y 17 mil de ellos debieron pasar otra noche de invierno en campamentos de tiendas, después de perder sus hogares.

Los socorristas reconocen que la esperanza de encontrar a alguien más con vida bajo los escombros de una ciudad que ha quedado devastada se reduce con cada hora que pasa.

Mientras sepamos que hay personas bajo los escombros, continuaremos buscando inclusive si están muertas. Los familiares deben saber qué le pasó a sus seres queridos, dijo un bombero.

En casos poco comunes, las personas han sobrevivido más de una semana enterradas bajo los escombros tras terremotos. El gobierno dijo que la búsqueda continuará al menos hasta el domingo.

El número dos del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, presidirá este viernes un funeral en L’Aquila para las víctimas, que requirió una dispensa especial porque la Iglesia católica no celebra misa el Viernes Santo. Los familiares de los fallecidos ya han empezado a realizar funerales privados.

El presidente, Giorgio Napolitano, que visitó la zona de desastre por primera vez, dijo que edificios supuestamente a prueba de sismos habían colapsado.

Nadie está sin culpa, dijo a los reporteros en L’Aquila. Muchas personas estuvieron involucradas en la construcción de los edificios que colapsaron. Las personas necesitan buscar en sus conciencias, agregó.

Funcionarios han dicho que el sismo tendrá enorme impacto en una región cuya economía se basa en gran parte del turismo, la agricultura y los negocios familiares.

Un cálculo conservador estimó el daño provocado por el desastre en hasta 3 mil millones de euros (4 mil 200 millones de dólares).

El ministro de Industria, Claudio Scajola, dijo que casi la mitad de las compañías en la región de los Abruzos no están produciendo después del terremoto. Los negocios en la región tendrán un acceso preferencial al crédito, dijo, según la agencia Ansa.

Un decreto del gobierno suspendió el cobro de impuestos, así como de las cuentas de electricidad y gas para la región afectada, afirmaron fuentes oficiales.

También aprobó ayudas mensuales de un máximo de 400 euros para familias afectadas, y 100 euros más para las personas de más de 65 años o discapacitadas.

Además, está prevista una indemnización de 800 euros mensuales para los titulares de empresas comerciales, productivas, agrícolas, artesanales.

Con la mayoría de las iglesias dañadas, las personas se preparan para celebrar la pascua de resurrección en capillas improvisadas.

Hemos esperado durante tres días que los socorristas nos ayuden a suplir algunas necesidades básicas, dijo el residente Stefano Dedonadis, de 22 años, quien duerme en un auto afuera de su arruinado departamento ubicado en un segundo piso. No tenemos nada excepto estas ropas, agregó.