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Roberto García Bonilla reunió más de mil 200 referencias y citas del autor de Pedro Páramo

Un tiempo suspendido, estudio que retrata al personaje y al artista detrás de Rulfo

Tras sondear en los antepasados más lejanos, logró consignar su extraordinaria vida anímica

Muchos equívocos han contribuido al mito; yo dejo que el lector saque sus conclusiones, indicó

 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de marzo de 2009, p. 8

La vida de Juan Rulfo, uno de los autores más emblemáticos de la literatura mexicana, está rodeada de enigmas, secretos y mitos que se repiten hasta la saciedad. Sin embargo, pocas veces se han hecho investigaciones serias que verdaderamente retraten al personaje y al artista que estaba detrás del autor de Pedro Páramo.

Con ese propósito en mente, el académico y periodista Roberto García Bonilla se dio a la tarea de escribir Un tiempo suspendido: cronología de la vida y la obra de Juan Rulfo, volumen en el que explora la existencia de Juan Rulfo hasta en sus íntimos detalles, pero sin pretender dar una versión definitiva o acabada del escritor jalisciense.

La principal intención de la obra, coeditada por el sello El Centauro y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, fue realizar un estudio exhaustivo de Rulfo, mediante un corpus biblio-hemerográfico con más de mil 200 referencias y citas, reunidas al cabo de 10 años de trabajo, explicó el autor en entrevista con La Jornada.

Una de las características más peculiares del libro es su estructura de rompecabezas, ya que en él convergen varios documentos e información sobre cada etapa de la vida del escritor –su cotidianidad, el medio en que se formó, la recepción de la crítica a sus obras, su camino a la fama, pero sin adoptar el tono de biografía en el sentido estricto.

“Ésta no es una versión propia de lo que para mí es Rulfo, sino una exposición exhaustiva de lo que han dicho sobre él comentaristas, biógrafos, críticos y periodistas.

Hay muchos equívocos y maledicencias en torno a él, que han colaborado a su mito, pero yo dejo que los lectores saquen sus propias conclusiones, afirmó García Bonilla.

Tras sondear entre los antepasados más lejanos de Rulfo, incluidos sus bisabuelos, el académico pudo consignar información no sólo sobre los datos biográficos del escritor, sino también sobre su extraordinaria vida anímica: su vena de fotógrafo, su sensibilidad ante los pueblos indígenas, su enorme capacidad de aprender de las cosas más sencillas.

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Un tiempo suspendido: cronología de la vida y la obra de Juan Rulfo será presentado el martes 12 de mayo, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas ArtesFoto portada del libro

Uno de los temas que causaban especulación era el supuesto carácter de Rulfo como genio lego. Un escritor que supuestamente carecía de la formación intelectual que tienen los grandes autores, y cuyos textos fueron rehechos por sus editores –entre ellos Juan José Arreola– para volverlos exitosos.

Nada más lejos de la verdad, subrayó García Bonilla, porque si bien Rulfo no había tenido aventuras, viajes o encuentros extraordinarios, sí tenía en cambio una amplísima cultura literaria y gran curiosidad por el mundo.

Podía hablar de cualquier cosa, aunque no lo proyectara en discursos o en conferencias de prensa.

El carácter sencillo y reservado del escritor fue, de cierta manera, un obstáculo para quienes pretendieron estudiar su vida. Más de una vez, Rulfo dio datos equivocados o ambiguos sobre él, como su verdadera fecha y lugar de nacimiento, para despistar a biógrafos y periodistas.

A pesar de ello, creo que incluso gozó un poco de la fama, siempre y cuando ésta no estropeara su vida cotidiana. No puedo afirmar que fue acosado y esterilizado por la prensa, que siempre le preguntaba cuándo aparecía su siguiente libro, pero sí que era extremadamente sensible y estaba muy presionado por el hecho de saber que no era un escritor profesional, señaló.

Aunque “era un sabio en muchos sentidos, Rulfo era renuente al mundo mercantil de las editoriales. Era un hombre de provincia que quería recuperar lo más primigenio y auténtico de la gente. A veces eludía la fama de manera juguetona, pero también podía ser rotundo a la hora de decir ‘no me molesten, no quiero que me usen, no quiero ser parte de la leyenda’”, afirmó García Bonilla.

Un tiempo suspendido: cronología de la vida y la obra de Juan Rulfo será presentado el martes 12 de mayo en la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes.