Empleados del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal (TCADF) consideraron como cinismo la actitud de los siete magistrados de la sala superior al otorgarse un estímulo de productividad por 100 mil pesos, siendo que la base trabajadora tiene percepciones mensuales de entre cuatro y ocho mil pesos, y fustigaron los abusos en que se ha incurrido tanto en la gestión del ex presidente de este organismo, Jaime Araiza, como de su actual titular, Raúl Armida Reyes.

En una carta abierta dirigida a los ciudadanos en general, secretarios de acuerdo, pasantes, técnicos y trabajadores de base del TCADF cuestionaron: ¿cómo es posible que en una época de crisis y de supuesta austeridad, pueda haber tal despilfarro de recursos públicos, y con tales diferencias salariales entre magistrados y el resto de los servidores públicos del tribunal?

Manifestaron que los integrantes de la sala superior manejan a su antojo el presupuesto de este organismo y la prueba es que no sólo tienen un sueldo mensual de 109 mil pesos, ya libre de impuestos, sino que se asignan bonos y percepciones extraordinarias, como un aguinaldo dos.

Criticaron la tolerancia y complicidad tanto de los diputados locales y de la Contaduría Mayor de Hacienda (CMH) –órgano encargado de fiscalizar el buen uso de los recursos públicos–, así como de la Consejería Jurídica y de la Secretaría de Gobierno de esta capital.

Por lo que hace a los legisladores, les solicitan llevar en serio esa intención de cambiar las cosas que ocurren en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal.