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Burlan las restricciones impuestas en radio y televisión, asevera Consumers International

Compañías de comida y bebidas chatarra usan Internet para llegar a niños y jóvenes
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Página consumersinternational.org, la cual muestra los mecanismo de publicidad en InternetFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de marzo de 2009, p. 22

Con juegos interactivos, clubes o comunidades en Internet, así como la inclusión de música y cantantes de moda, empresas multinacionales aprovechan la llamada supercarretera de la información para promover alimentos y bebidas chatarra entre niños y adolescentes, alertó la organización Consumers International (CI) con motivo de que este 15 de marzo es el Día Mundial de los Derechos del Consumidor.

El fenómeno se registra luego de las restricciones que se han logrado imponer a nivel mundial contra contra la publicidad indiscriminada en televisión y radio dirigida a los niños, pero ahora las grandes compañías globales de refrescos, dulces, cereales y frituras recurren a Internet aprovechando que la actual población infantil utiliza este medio tanto o más que la televisión.

Bajo el título Nuevos medios, los mismos viejos trucos, Consumers International –integrada por 220 organizaciones civiles en 115 países– difundió a partir de este domingo una investigación realizada entre enero y febrero de 2009 sobre los sitios web o portales en Internet de las empresas multinacionales de alimentos y bebidas sin alcohol que realizan la inversión más grande en publicidad en el mundo: Pepsico, Nestlé, McDonald’s, Kellogg’s, Yum Brand-KFK, Coca Cola y Mars.

La organización descubrió que además de promover alimentos poco saludables, por su alto contenido de grasas, azúcares y sal, entre adolescentes, pero también en niños de hasta cuatro años de edad, algunas de esas compañías recaban información detallada de los menores para sus promociones y sus portales carecen de advertencias muy visibles y claras de que se trata de publicidad.

Además de aprovechar las nuevas herramientas que Internet les ofrece como la descarga de protectores de pantalla, envío de tarjetas electrónicas, juegos y vínculos a películas, animaciones y música, las empresas recurren a sus viejas prácticas ya conocidas en la publicidad que difunden por otros medios: personajes de dibujos animados para atraer a los niños o música y canciones de moda para los adolescentes, además de regalos, promociones y cupones de compra.

Varias de las empresas incluidas en el estudio se habían comprometido a restringir la comercialización de alimentos y bebidas con alto contenido de grasas, azúcares y sal dirigida a los niños. CI no sugiere que estas empresas estén quebrantando sus propias reglas pero el estudio muestra lo limitadas que son sus regulaciones, sus esfuerzos de autorregulación han sido tibios, por decir lo menos, aseveró la organización.

Los riesgos y daños que ello implica no es menor si se recuerda que uno de cada 10 niños en el mundo, es decir 155 millones en total, presentan problemas de obesidad y sobrepeso, lo cual es considerado una crisis global que en lugar de mejorar, empeora por su vinculación con otras enfermedades como la diabetes, cardiopatías y ciertas formas de cáncer.

El estudio de CI advirtió que los contenidos de Internet resultan más difícil de supervisar por los padres.

“En muchos países los niños pasan más tiempo en Internet que viendo la televisión. Por eso es vital que tengamos regulaciones obligatorias que restrinjan a las compañías productoras de comida chatarra el uso de los nuevos medios de comunicación para llevar a cabo los mismos viejos trucos para promover esa comida a nuestros hijos”, señaló Justin Macmullan, director de campañas de CI.

En Reino Unido, según IC, 75 por ciento de los niños entre cinco y 16 años de edad utilizan Internet, lo que representa el doble respecto del número de adultos que también lo hace. En la mayoría de los países el número de usuarios se ha incrementado en menos de una década y en México creció de 16.5 a 31.9 millones de usuarios entre los años 2005 y 2008, de acuerdo con cifras oficiales y de organizaciones especializadas en el tema. INEGI precisaba que 53.8 por ciento de los usuarios en 2005 tenían entre 12 y 24 años de edad.

Por todo lo anterior, Consumers International –representado en México por El Poder del Consumidor–, insistió en que debe restringirse la publicidad de productos chatarra dirigida a los niños tanto en escuelas, clínicas, deportivos u otro lugar frecuentado por ellos.