Opinión
Ver día anteriorSábado 14 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Nuevo mandato musical
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alvo la mejor opinión de ustedes, me parece que el Día Internacional de la Mujer es una deplorable e hipócrita faramalla. Lo percibo como una efeméride inventada, decretada y manejada por cofradías de hombres excluyentes que, con unas cuantas actividades sociales y culturales de compromiso, pretenden ocultar o borrar toda una historia inmemorial de atropellos cometidos desde siempre en contra de la mitad femenina de la humanidad. Si en los hechos existiera a plenitud la equidad de género, no haría falta un Día Internacional de la Mujer como mentiroso e inútil paliativo contra los horrores cotidianos que se perpetran, especialmente en países como México, en contra de las mujeres.

Fue en el contexto de esa conmemoración que el jueves por la noche llegaron buenas noticias desde Zacatenco. Este país de machos, machines y machistas tiene por primera vez en su historia, a partir de marzo de 2009, a una mujer como batuta titular de una orquesta sinfónica profesional estable. Recién nombrada, Gabriela Díaz-Alatriste dirigió a la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) en la reinauguración del renovado Auditorio Alejo Peralta, allá en el tradicional Queso del Poli, en un concierto que sí es un hito digno de ser señalado y difundido.

Como emblemática obertura para la ocasión fue interpretada la Fanfarria para la mujer poco común No. 1, de la estadunidense Joan Tower. En su título, su dotación y su espíritu, la breve pieza asume su deuda con la obra maestra de Aaron Copland que es la Fanfarria para el hombre común, pero se queda a años luz de distancia en potencia, expresividad y eficacia conceptual.

Después, lo más interesante del programa: la obra De una mañana de primavera, de la francesa Lili Boulanger. Este compacto poema sinfónico transita por senderos impresionistas, toma algunos atajos hacia el exotismo típico de su tiempo, y por momentos se acerca a ese elusivo mundo de lo que podría llamarse (con las reservas genéricas del caso) simbolismo musical. En varios pasajes se percibe, evidente, la influencia de Paul Dukas.

De la mexicana Leticia Armijo, la OSIPN interpretó Oikabeth. Es una partitura abiertamente neorromántica, declaradamente tonal, desarrollada en el espíritu de una canción popular sinfónica, y elaborada de principio a fin en un lenguaje y un estilo ya superados por la historia y la estética. Otra compositora mexicana, Gina Enríquez, contribuyó a este programa con un Tango que se mantiene fiel a sus fuentes de referencia, estilizadas y trabajadas a partir de una orquestación más sólida y compacta que la de la obra anterior del programa.

Finalmente, el Primer concierto para piano de Chopin, obra de impecables credenciales románticas, que lamentablemente sustituyó de última hora a una pieza concertante de Alejandra Odgers, cuya ejecución hubiera redondeado elegantemente este programa. La solista en la obra de Chopin fue Eva María Zuk, quien demostró una vez más su conocimiento de causa y su hábil manejo de este tipo de repertorio. Aquí, la OSIPN elevó su rendimiento de conjunto, y por momentos fue posible percibir un auténtico trabajo concertante entre pianista, directora y orquesta, con algunos interesantes logros en el uso colectivo del rubato, por ejemplo.

Sin duda, estos pasajes bien logrados en el Primer concierto de Chopin se debieron en buena medida a la intencionada claridad de la batuta de Gabriela Díaz-Alatriste, que es su principal cualidad.

Es indispensable enfatizar la importancia singular del inicio del mandato de la directora mexicana al frente de la OSIPN, una orquesta en la que falta mucho por hacer. Sin embargo, me queda claro que la agrupación, la comunidad politécnica, el público melómano y la crítica debemos entender, todos, que Díaz-Alatriste está sobre ese podio, con esa batuta, al frente de esa orquesta, sólo por sus cualidades musicales y no por su condición de género. Si no lo entendemos así, estaremos condenados a seguir celebrando vergonzantemente, año con año, el Día Internacional de la Mujer.