Mundo
Ver día anteriorLunes 9 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Amenaza con expulsar del país a todas las misiones diplomáticas y a los cascos azules

Insulta el presidente de Sudán a la CPI y acusa a Occidente de perpetrar matanzas

Omar el Bashir asegura que la corte internacional es un instrumento del neocolonialismo

Foto
El presidente de Sudán, Omar el Bashir (al centro), al pronunciar un discurso en la capital de Darfur, El Fasher, en el que insultó a la Corte Penal Internacional, cuestionó a Occidente y defendió su postura de remover a las organizaciones humanitariasFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2009, p. 35

El Fasher, 8 de marzo. El presidente de Sudán, Omar el Bashir, amenazó hoy con expulsar del país a todas las “misiones diplomática presentes en Sudán, a las organizaciones no gubernamentales y a los cascos azules” si no se pliegan a las leyes internas, durante su primera visita a la convulsionada región de Darfur desde que el pasado día 4 la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de captura en su contra por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Bashir, de 65 años, quien intenta ganarse el apoyo de la población frente a la justicia internacional, a la que acusa de ser un instrumento del neocolonialismo occidental, llegó hoy a El Fasher, capital de Darfur, donde se reunieron miles de simpatizantes que ondeaban banderas sudanesas mientras abucheaban a Estados Unidos y al fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo.

Bashir mencionó una lista de atrocidades que según dijo habían sido llevadas a cabo por Occidente, desde la matanza de los nativos americanos durante la fundación de Estados Unidos, hasta los bombardeos sobre Hiroshima, Vietnam e Irak.

Mataron a millones de nativos (...) ¿Por qué ellos no son enjuiciados?, preguntó.

La Corte Penal Internacional y todos los que trabajan para ella están bajo mis pies, expresó.

Bashir blandió una espada mientras se dirigía a la multitud, después de un discurso en el que insultó a la corte, desdeñó a Occidente y defendió su decisión de remover a las organizaciones humanitarias.

Y es que en respuesta a la orden de captura en su contra, Bachir expulsó el jueves pasado a 13 de las ONG más activas en Darfur, donde la guerra civil ha dejado desde 2003 unos 2.7 millones de refugiados y 300 mil muertos, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, aunque el gobierno asegura que sólo han sido diez mil muertos.

Unas 85 ONG internacionales operan en Darfur, pero las 13 expulsadas se encargaban de casi 70 por ciento de la capacidad de operaciones humanitarias, incluido el suministro de agua, alimentos y atención médica, destacaron el sábado las agencias de la ONU en Sudán.

Organizaciones de derechos humanos han pedido a la Unión Africana (UA), y a los países aliados de Sudán, que pidan al gobierno que revoque de inmediato la orden de expulsión, a fin de evitar graves consecuencias sobre los millones de desplazados en Darfur, dijo Human Rights Watch.

La respuesta del presidente Bashir a la acusación de la CPI no es más que una represalia contra los millones de residentes de la zona. El gobierno sudanés debe revertir su decisión de inmediato o los civiles sufrirán una vez más las consecuencias de las políticas abusivas de Jartum, indicó la directora de HRW África, Georgette Gagnon, en una declaración divulgada el jueves.

Organizaciones humanitarias que permanecen en Darfur indicaron que las consecuencias de la medida ya se sienten, pero no pueden dar más detalles porque es un asunto muy delicado, de acuerdo con la agencia Ips.

“Expulsamos a las organizaciones porque amenazaban la seguridad de Sudán, señaló el presidente al afirmar que estas asociaciones de ayuda humanitaria aprovecharon su estancia aquí para realizar investigaciones y enviar información a la CPI.

Según Bashir, los países occidentales nos han dicho que si permitimos a las ONG continuar su trabajo, la decisión de la CPI será suspendida. Pero lo rechazamos.

Los problemas con el otrora reino independiente de Darfur, anexado por Sudán en 1917, comenzaron en los años 70 con disputas por las tierras de pastoreo entre los nómadas árabes y los agricultores indígenas negros.

La crisis derivó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias árabes Janjaweed (hombres a caballo), presuntamente apoyadas por el gobierno de Jartum.

Las Janjaweed y el régimen sudanés fueron acusados de perpetrar una limpieza étnica contra tres tribus negras que respaldaban a los dos grupos guerrilleros.

El Consejo de Seguridad de la ONU remitió en 2005 el caso de Darfur a la CPI y en junio de 2005 Moreno Ocampo abrió el caso, pero fue hasta este 4 de marzo cuando el tribunal internacional emitió una orden de arresto contra El Bashir.