Como forma de recurrir a la última instancia luego de tres meses de movilizaciones, unos 300 trabajadores, arquitectos e investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) marcharon ayer del Ángel de la Independencia a Los Pinos para exigir al presidente Felipe Calderón la cancelación definitiva del proyecto de luz y sonido Resplandor teotihuacano, así como la destitución de Alfonso de Maria y Campos, director del organismo.

Al llegar cerca de la residencia oficial, una comisión pudo pasar un retén de granaderos y ser recibidos por el subdirector de Atención al Ciudadano, Arturo Matus, a quien entregaron varios documentos, entre ellos 16 mil firmas recabadas en rechazo al show en la zona arqueológica de Teotihuacán. Matus les dijo que en dos días tendrían respuesta por escrito.

Integrada por dirigentes y representantes de los trabajadores administrativos, técnicos y manuales, de los arquitectos y de los investigadores y docentes, como Cuauhtémoc Velasco, Cristina Gutiérrez y Manuel Figueroa, la comisión entregó entre los documentos una carta dirigida a Calderón, en la que se anota:

En la zona arqueológica se han provocado notables daños a las pirámides del Sol y de la Luna con la realización de 6 mil 575 perforaciones, en que se fijaron taquetes expansivos que sostienen 3 mil 633 lámparas distribuidas en todos y cada uno de los cuerpos de esas estructuras prehispánicas.

Violación de la ley en varios casos

Le dicen al Presidente que, después de un análisis, han concluido que al proyecto de luz y sonido le falta una fundamentación, que la colocación de las luminarias ha implicado destrucción sobre monumentos considerados patrimonio de la humanidad, que se alteran las visuales de los monumentos, que en la instalación no hubo una supervisión adecuada, que se cometieron errores de consideración y hubo violaciones a diversas disposiciones legales.

Los trabajadores le recuerdan al mandatario que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados e Icomos, recomendaron al INAH la suspensión del proyecto de luz y sonido en tanto se realizaba un estudio más a fondo, así como una mesa de análisis de especialistas, pero no hubo ningún acuerdo.

No es Teotihuacán el único caso en que se ha procedido con descuido y que ha implicado violaciones a la ley. En el expediente que presentamos encontrará argumentos de varios casos en que, cediendo a presiones de grupos de poder e intereses económicos (el director del INAH) ha torcido la normatividad.

Y le mencionan la demolición de monumentos históricos catalogados en el centro de la ciudad de México, la promoción ilegal de espectáculos en la zona arqueológica de Chichén Itzá, la actuación poco clara en el caso del desalojo de la zona arqueológica de Chinkultik, que condujo al asesinato de seis campesinos, además de violaciones a convenios laborales.

Le aclaran que no rechazan proyectos de divulgación del patrimonio cultural de México, pero que deben ser acordes con el enorme acervo de información acumulado en las seis décadas de existencia del INAH y con la participación de la comunidad. Desdeñamos sólo aquellos proyectos que pretenden utilizar el valor histórico e identitario de los monumentos en favor de capitales especulativos y comerciales.

El desprestigio del INAH

Al referirse a Alfonso de Maria y Campos, los trabajadores informan al Presidente:

“Por desgracia, no hemos encontrado en el actual director general del INAH a un aliado, sino por el contrario, a una persona que entró al puesto sin conocer la problemática particular de la institución, que no tenía la experiencia necesaria ni el perfil académico idóneo, que ha mostrado poco interés en las actividades sustantivas, que se deja intimidar por las presiones políticas o mercantiles, y que a todas luces desprecia el trabajo de quienes hemos contribuido a forjar a la institución.

La cuestionable actuación del director general ha significado el desprestigio del INAH, provoca incertidumbre jurídica en el funcionamiento institucional y, peor aún, en la conservación del patrimonio arqueológico e histórico de la nación que el INAH tiene bajo su custodia y cuidado.

La marcha, en la que participó un contingente de trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes, salió alrededor de las 11 de la mañana del Ángel de la Independencia, continuó por Paseo de la Reforma y como a las 12:30 horas dobló por la lateral de Parque Lira, donde media cuadra más adelante fue bloqueada por un retén de rejas y granaderos.

Después de las dos de la tarde, al regresar con los trabajadores a la lateral de Parque Lira, la comisión que ingresó a Los Pinos informó que Matus les dijo que en dos días recibirían respuesta por escrito a sus dos demandas principales: cancelación de Resplandor teotihuacano y destitución de De Maria y Campos.

Aunque Velasco y Gutiérrez agregaron que en la residencia oficial plantearon que se debe dar un diálogo y análisis más amplio para generar un proyecto integral que saque al INAH de la crisis a la que lo llevó su actual director.

La marcha de ayer, dijeron, es la última instancia a la que recurren después de haber exigido la cancelación del show ante la Secretaría de Educación Pública –cabeza de sector del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el INAH–, la Cámara de Diputados y el gobierno del estado de México, encabezado por Enrique Peña Nieto, uno de los promotores del montaje de luz y sonido en la zona arqueológica, como parte de un proyecto turístico regional.

Las movilizaciones continuarán, agregaron, de no frenarse la destrucción y comercialización del patrimonio cultural del país.