Moscú, 2 de marzo. Rusia Unida, el partido del Kremlin, se impuso en las elecciones parlamentarias del domingo anterior en nueve regiones de esta federación, así como retuvo la mayoría de las alcaldías que estaban en disputa.

Acorde con los resultados preliminares, dados a conocer este lunes, la severa crisis económica global –con fuerte impacto negativo en Rusia por el desplome de los precios internacionales del petróleo– no habría causado ninguna merma en las preferencias electorales de los rusos, aunque se registró, en comparación con votaciones precedentes, menor afluencia a las urnas.

Estas elecciones no permiten tomar el pulso a los ánimos en Rusia, por dos razones: la primera, sólo se renovó parlamento en menos de 10 por ciento de las regiones del país y, entre las alcaldías, no se votó en las ciudades más grandes, Moscú y San Petersburgo y, la segunda, según sostiene la oposición, se dieron en condiciones desiguales que otorgaron abrumadora ventaja a Rusia Unida, sin faltar irregularidades y alteración de resultados.

Para el dirigente comunista, Guennadi Ziuganov, cuyo partido en algunas regiones emergió como el segundo más votado y en otras cayó hasta el tercer puesto detrás de Rusia Justa o el Partido Liberal-Democrático, esta campaña electoral fue la más sucia de los últimos quince años.

Los comunistas, con base en su conteo paralelo, aseguran haber recibido un porcentaje mayor de sufragios que el reflejado en los resultados preliminares oficiales, los cuales le reconocen entre 6 y 10 por ciento menos votos de los que habría obtenido, dependiendo de la región que se trate.

La denuncia del Partido Comunista de Rusia adquiere especial relevancia porque dentro de poco, una vez que se promul-gue la iniciativa presidencial aprobada ya en primera instancia por los diputados de la Duma federal, el partido que gane las parlamentarias en cada región tendrá la prerrogativa de postular al candidato a gobernador de dicha entidad federativa que será elegido por los propios legisladores.

Frente a la práctica actual de que el Kremlin designa a los gobernadores, es sin duda un paso adelante, siempre y cuando no se alteren los resultados.