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Fuera, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque; en el nuevo gabinete destaca Ramiro Valdés

Destituye Raúl Castro a diez altos funcionarios fidelistas

Los cambios responden a la necesidad de compactar la estructura del gobierno anunciada en 2008

Coincide purga con discrepancias entre los dos hermanos, reflejadas en artículos del ex presidente

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En imagen de noviembre del año pasado, el comandante de la revolución Ramiro Valdés, quien absorberá las funciones del destituido vicepresidente del Consejo de Ministros, Otto Rivero. A la derecha, Fidel Castro Díaz Balart, durante la inauguración del 11 Encuentro de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, ayer en La Habana; a su lado, Ali Rodríguez, ministro de Finanzas venezolanoFoto Ap y Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 3 de marzo de 2009, p. 26

La Habana, 2 de marzo. Raúl Castro destituyó hoy a diez altos funcionarios del gobierno, entre ellos a casi todo el equipo económico y a su figura principal, Carlos Lage, así como al canciller Felipe Pérez Roque, en una purga que se une a movimientos anteriores y culmina con el relevo de la mayor parte del último gabinete designado por Fidel Castro.

Con la decisión de este lunes ya fue sustituida más de la mitad del gobierno que había en julio de 2006, cuando estalló la crisis de salud que mantiene a Fidel alejado de actividades públicas. En la nueva dirigencia hay personajes designados por Raúl que siguen en ascenso y acumulando funciones, como el comandante de la revolución Ramiro Valdés y el economista Rodrigo Malmierca.

El Consejo de Estado (ejecutivo y legislativo permanente) sesionó esta mañana y, contra la costumbre, sus acuerdos fueron difundidos de inmediato, en el telediario del mediodía. No hubo reconocimientos ni fórmulas comedidas sobre el trabajo de los cesados y tampoco se señaló, como ocurre a veces, que se les asignarían otras tareas.

En cambio, el comunicado oficial citó en dos ocasiones un discurso de Raúl, en una de las cuales apuntó: La institucionalidad es uno de los pilares de la invulnerabilidad de la revolución en el terreno político, por lo que debemos trabajar en su constante perfeccionamiento. No creernos nunca que lo que hemos hecho es perfecto.

Aunque no hubo desarrollo, el párrafo puso sobre la mesa un tácito reproche al desempeño no-institucional de al menos algunos de los destituidos.

Lage fue remplazado como secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (gabinete reducido) por el general de brigada (una estrella) José Amado Ricardo Guerra, actual jefe de la Secretaría (despacho) del ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Julio Casas.

Al explicar este cambio, el comunicado apuntó que las atribuciones legales del puesto son las de asistir ese órgano, por lo que este cargo no constituye legalmente una instancia con facultades de decisión en materia gubernamental, ni se le atribuye protagonismo alguno en la dirección del gobierno.

Tampoco hubo detalles adicionales, pero no hacían falta: hay una desaprobación implícita de la gestión de Lage, al menos bajo el mando de Raúl y un áspero llamado de atención a la disciplina, subrayado por la designación de un jefe militar.

Aunque el Parlamento decidió hace un año convertir a Fidel Castro en un alto consejero ad hoc para Raúl, el comunicado no mencionó en forma alguna al ex mandatario.

En contraste, el sacudimiento del gobierno coincide con la aparición pública de discrepancias entre los dos hermanos, reflejadas, entre otras formas, en los comentarios de prensa de Fidel, quien ha tomado distancia o puesto en entredicho o francamente disputado posiciones asumidas por Raúl.

Desde el triunfo de la revolución de 1959 habían ocurrido episodios de significación parecida, con la destitución de algunos altos funcionarios. Pero esta purga es singular por la cantidad de funcionarios que caen desde el primer nivel, y por estar ocurriendo al mismo tiempo que la disputa pública entre los hermanos Castro, un escenario inimaginable hace meses.

El comunicado se refirió a todos los destituidos como compañero o compañera, una indicación de que no se les descalifica moralmente. También señaló que los movimientos ocurrían de acuerdo con el anuncio de Raúl Castro del año pasado, de que era necesario compactar la estructura del gobierno para hacerla más eficiente.

A Pérez Roque lo remplaza el viceministro primero de la cancillería, Bruno Rodríguez Parrilla, ex embajador en la Organización de Naciones Unidas.

También fueron destituidos los vicepresidentes del Consejo de Ministros José Luis Rodríguez (también ministro de Economía), con 15 años en el puesto, y Otto Rivero (a cargo de obras sociales de la campaña Batalla de ideas). Al primero lo remplaza en ambas posiciones el actual ministro de Comercio Interior, Marino Murillo, y las funciones del segundo las absorbe Ramiro Valdés. A Murillo lo sustituye su segundo de a bordo, Jacinto Angulo Pardo.

José Miyar, quien era secretario del Consejo de Estado desde 1980, dejará el puesto para ocupar el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que estaba acéfalo desde la muerte de su anterior titular, Rosa Elena Simeón, en 2006. La cartera absorberá el control del Polo Científico (el complejo de producción e investigación médica y tecnológica), que ya dirigía el nuevo ministro.

Como secretario del Consejo de Estado fue designado interinamente el diputado Homero Acosta. El comunicado precisó que este cargo legalmente carece de facultades de decisión y se reduce a prestar asistencia a la directiva de esa instancia.

Rodrigo Malmierca, designado el año pasado ministro de Inversión Extranjera y Colaboración Económica, será titular de una cartera fusionada con Comercio Exterior, de la que salió Raúl de la Nuez.

Fueron cesados los ministros de las industrias Alimenticia y Pesquera, Alejandro Roca y Alfredo López, respectivamente, y el despacho unificado quedó a cargo de María del Carmen Concepción González, que para ello salió del Secretariado del Partido Comunista, donde se ocupaba, entre otros, de asuntos agrícolas.

Lina Rodríguez, ex ministra de Auditoría, también salió del Secretariado para remplazar a Georgina Barreiro como ministra de Finanzas y Precios. Fernando Acosta dejó el Ministerio de la Industria Sideromecánica y fue nombrado en su lugar el general de brigada Salvador Pardo Cruz, hasta ahora director de la Unión de Industria Militar. La viceministra primera del Trabajo, Margarita Marlene González Fernández, sustituyó al titular, Alfredo Morales.