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Unos 600 trabajadores laboran a 18 metros de profundidad para edificar la base subterránea

A golpe de pico y pala, avanza la construcción de la Línea 12 del Metro

Asegura Enrique Horcasitas, director del proyecto, que pese a la crisis la obra está garantizada

La siguiente semana comenzará la excavación para las zapatas del tramo elevado en Barrio Tula

 
Periódico La Jornada
Martes 3 de marzo de 2009, p. 35

Mientras la ciudad duerme, 600 trabajadores con chalecos fluorescentes color naranja escarban las entrañas de la tierra con el apoyo de picos, palas y dragas, mientras varias máquinas retiran los miles de metros cúbicos de piedras que van dejando a su paso, para construir la base de lo que será la línea más larga del Metro, la 12, que en el peor de los escenarios transportará a 400 mil pasajeros diariamente, al entrar en operación.

Enrique Horcasitas Manjárrez, director del proyecto Metro, informó que este miércoles se colará la losa de fondo del cajón subterráneo entre las estaciones Mexicaltzingo y Atlalico, que contará con una longitud total de 2.8 kilómetros, lo que empezará a dar forma a esta obra, mientras la siguiente semana empezarán las excavaciones para la construcción de las zapatas del tramo elevado de Barrio Tula hasta Tlaltenco, que medirá 12 kilómetros.

Continuarán las obras inducidas en nueve frentes de trabajo ubicados entre la Calle 11 y Tlaltenco, donde en uno de los tramos cercanos a lo que será la estación Mexicaltzingo intervino el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al encontrarse vestigios arqueológicos, lo cual nos llevó a mover el trazo unos metros sin que se registren mayores problemas, tanto para las empresas participantes como para los peatones, automovilistas y vecinos.

La política de información instrumentada desde el inicio de los trabajos ha disminuido el impacto que han provocado los cortes a la circulación parciales o totales en algunas avenidas, aunque es molesto, pero en poco más de dos años veremos cristalizar la primera etapa de esta línea, que contará con una longitud total de 24.5 kilómetros y 20 estaciones, que significarán un ahorro en transporte de 50.6 millones de pesos anuales y 800 mil horas-hombre diarias, comentó.

El funcionario puntualizó en entrevista que, pese a los efectos de la crisis económica actual, su construcción está garantizada, dado que el contrato firmado con el consorcio formado por ICA, Cicsa y Alstom es por un proyecto integral a precio alzado, donde no se prevé ningún ajuste, por lo que el aumento en insumos y materiales no nos pega. Tan sólo para este año contamos con un presupuesto de 6 mil 700 millones de pesos, casi una tercera parte de lo que costará.

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Trabajadores de las empresas encargadas de la construcción de la Línea 12 del Metro realizan sus labores dentro del túnel que se construye en la avenida Ermita Iztapalapa, entre Eje 3 y La VigaFoto Roberto García Ortiz

La Asamblea Legislativa se comprometió a que el resto de los recursos se aprobará en los siguientes ejercicios presupuestales, por lo que estamos seguros de que vamos a lograr el ordenamiento urbano y de justicia social que hemos buscado con la introducción de esta línea, que moverá 75 mil personas diarias en promedio de Mixcoac a Tláhuac y 18 mil en sentido contrario, en horas de máxima demanda.

La ampliación hacia Álvaro Obregón, sin embargo, está en análisis, aunque este año no daría tiempo, y tampoco contamos con los recursos para concretarla, pero no está descartada. En el proyecto original se prevén 800 metros más de línea, por lo que de contar con los recursos y aprobación del proyecto final sólo restarían 700 metros y ver cómo cruzar por abajo las zapatas de los segundos pisos, mientras nos enfocamos en nuestros actuales frentes de obra, sobre todo el ubicado en Ermita Iztapalapa y Centeno.

Ahí un centenar de hombres soportan el frío de la noche y las altas temperaturas de la tarde desde hace varias semanas, para abrir el espacio de lo que será el cajón subterráneo de la línea, con una profundidad de 18 metros. Con el apoyo de arneses bajan en grupos, mientras otros en la superficie los apoyan con grandes máquinas, que llaman la atención de los transeúntes y vecinos, quienes se detienen a mirar, desde lejos, las maniobras.

Todas las obras causan molestias, pero es increíble como la ciudad va cambiando con el apoyo de hombres anónimos que dejan en cada palada o golpe en la tierra su contribución, comentan algunos oficinistas, quienes aprovechan su hora de comida para ver cómo van avanzando y confiar en que la línea estará lista en este gobierno y no quedará inconclusa por falta de dinero. Ojalá no nos falle, porque para muchos de nosotros el Metro es la mejor opción de transporte que tenemos por su costo, rapidez y seguridad, agregaron.