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Denuncian que serán desalojadas para que la zona sea atractiva para inversionistas

Trabajadoras sexuales de La Merced rechazan ser reubicadas en sexódromo

Pretenden quitarnos nuestra fuente de ingresos y confinarnos en la Central de Abasto

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Sexoservidoras de La Merced exigieron al gobierno capitalino incluirlas en programas de asistencia social. En la imagen, protesta de trabajadoras sexuales en la explanada del Monumento a la MadreFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de febrero de 2009, p. 33

La limpia de la zona de La Merced continúa para convertirla en un polo de inversión turística, comercial e inmobiliaria, por lo que cerca de 800 trabajadoras sexuales serán reubicadas en un sexódromo, a construirse en terrenos de la Central de Abasto, a fin de confinarnos en un espacio cerrado, con lo que se rompen los vínculos de seguridad que tenemos, se desconoce nuestra antigüedad y se nos quita el único sitio que hemos ganado durante muchos años para ejercer nuestra actividad.

En conferencia de prensa, acompañadas por integrantes de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de la Poligonal Centro Histórico, que encabeza Teresa González, trabajadoras sexuales lamentaron que pese a la existencia de una alerta de género emitida por la Organización de Naciones Unidas, para que recibamos atención por parte de las autoridades capitalinas y seamos beneficiarias de alguno de sus programas de ayuda, ya sea para madres solteras, hijos huérfanos o becas escolares, no tenemos nada.

Las “mujeres de la vida alegre, como nos califican a las prostitutas, sufrimos en carne propia la discriminación, el hostigamiento y la extorsión de parte de funcionarios del gobierno central y de la delegación Cuauhtémoc, que ellos mismos buscan erradicar, porque afeamos un territorio que ellos desean darle al sector privado y creen que confinándonos a un terreno en el oriente de la ciudad resuelven un fenómeno que tiene siglos de existencia”, comentaron.

La determinación por ello, dijeron, de denunciar esta situación que afecta a casi a un millar de mujeres, de bajos recursos, sin instrucción escolar en la mayoría de los casos y con hijos que mantener, los cuales “nos acompañan muchas veces en nuestra actividad diaria, quedándose en la parte alta de los hoteles que ocupamos con los clientes, y con el riesgo de ser vejados o maltratados, al quedar sin ningún cuidado, mientras ofrecemos nuestros servicios.

Desde el año pasado se nos informó que íbamos a salir de esta zona, pero con la crisis económica pensamos que todo se había calmado, pero no es así. Así que el terror se ha apoderado de muchas de nosotras, porque la prostitución o acompañar a los clientes mientras beben una copa, haciendo de sicólogas, es lo único que nos queda, cuando no tenemos estudios y muchas de las veces tampoco papeles o recomendaciones, y los salarios que se ofrecen en las empresas son tan bajos, comentaron.

Ante ello, señalaron, se acercaron a la Asociación de Vecinos de la Poligonal Centro Histórico para solicitarles apoyo y trabajar de manera conjunta para evitar que seamos retiradas de las calles que nos han visto nacer como trabajadoras sexuales, en lo que ganamos entre 80 y 100 pesos diarios, para sacar adelante a nuestras familias, y acceder a los programas sociales ofrecidos por las autoridades locales, como guarderías, para dejar de exponer a nuestros hijos.

Hoy, dijo Teresa González, se entregará un oficio avalado por la firma de vecinos, comerciantes y 500 sexoservidoras, para solicitarle al Gobierno del Distrito Federal que adquiera el inmueble ubicado en Manzanares número 28, como pretende la Autoridad del Centro Histórico, pero que en lugar de convertirlo en un museo, sea habilitado como guardería de 24 horas, donde se atienda a los hijos de estas mujeres.

Además se le solicitará que exista un compromiso claro que evite el riesgo de que sean reubicadas en la Central de Abasto, pues de mantenerse esa posición, están dispuestas a luchar y cuentan con nuestro apoyo para hacerlo, pues no tienen otra alternativa más que ofrecer su cuerpo o su compañía a los clientes, para ganarse el pan de cada día, y eso no es ilegal, cuando las mismas autoridades les han negado hasta un vaso de agua, afirmó.