Usted está aquí: jueves 12 de febrero de 2009 Mundo Raúl Castro recibe a Michelle Bachelet; firman convenios para impulsar la relación bilateral

■ Primera visita de un gobernante chileno a Cuba desde Salvador Allende en 1972

Raúl Castro recibe a Michelle Bachelet; firman convenios para impulsar la relación bilateral

Gerardo Arreola (Corresponsal)

Ampliar la imagen El ministro del Exterior cubano, Felipe Pérez Roque, y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ayer en una ceremonia en el monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana El ministro del Exterior cubano, Felipe Pérez Roque, y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ayer en una ceremonia en el monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana Foto: Reuters

La Habana, 11 de febrero. El presidente Raúl Castro recibió hoy a su par chilena, Michelle Bachelet, quien inició una visita oficial de tres días con la que ambos gobiernos muestran empeño en impulsar sus relaciones, tras una etapa de cautelosa distancia.

“Ha sido una reunión muy positiva, muy constructiva y mirando justamente los intereses de Chile y de Cuba y, por cierto, mirando también la responsabilidad que tenemos como países con respecto a América Latina y a los desafíos que vivimos”, dijo Bachelet tras su encuentro con Castro.

El diario chileno La Tercera, citando fuentes de la comitiva presidencial, dijo que la mandataria podría entrevistarse el viernes con Fidel Castro, quien ya recibió el mes pasado a la presidenta argentina, Cristina Fernández.

El viaje de la presidenta chilena tiene un fuerte simbolismo político, porque es el primero que hace un jefe de Estado de ese país a Cuba desde que Salvador Allende vino en 1972. Al año siguiente los dos gobiernos rompieron relaciones, tras el golpe de Estado que derrocó al mandatario socialista y cientos de chilenos se refugiaron en la isla.

La dictadura de Augusto Pinochet cayó en 1990 y todavía pasaron cinco años antes de que se reanudaran las relaciones. Los vínculos mejoraron lentamente, pero pasaron por etapas de distancia, fronteriza con la frialdad, durante los gobiernos de los democristianos Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos.

Bachelet viene cuando sólo le queda un año de mandato. Durante su gestión ha crecido el intercambio cultural, pero el comercio es exiguo, con un total de apenas 79 millones de dólares en 2007. Unos 360 jóvenes chilenos estudian aquí medicina y deportes, becados por el gobierno cubano.

Sin embargo, la primera jornada de Bachelet en La Habana mostró que hay interés común por aceitar los contactos. Ambos gobiernos firmaron esta noche un par de convenios que prevén planes de cooperación en las áreas agropecuaria, forestal, pesca, acuicultura y salud, entre otras.

Durante el día también se formalizaron un memorando de entendimiento para un potencial trabajo conjunto en biotecnología y un acuerdo de colaboración entre los institutos de cine.

Bachelet todavía se dio tiempo para asistir a la inauguración de una muestra de arte cinético de su compatriota Matilde Pérez, en la Casa de las Américas. Esta noche tenía previsto entrevistarse con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana y asistir a la cena oficial que le ofrecía Raúl Castro.

La mandataria vino con una comitiva de cerca de un centenar de funcionarios de su gobierno, parlamentarios, empresarios y artistas, lo que en parte se explica porque Chile es el país al cual se dedica la décimo octava feria internacional del libro, que empieza el jueves.

El martes en Tegucigalpa, también en visita oficial, la presidenta chilena dijo que no tenía “ningún tipo de inhibiciones” para hablar de cualquier tema en La Habana. “Lo que importa hoy día en nuestra región es el diálogo político, es la unidad en torno a metas comunes, aun cuando respetemos la diversidad de los distintos modelos y de los distintos procesos”.

El mensaje parece dirigido a una polémica que antecedió a su viaje y que muestra hasta dónde la relación con Cuba se explica en Chile en parte por móviles de política interna.

El debate surgió cuando la Democracia Cristiana (DC), parte de la coalición gobernante, instó a Bachelet a que se reuniera en La Habana con opositores cubanos, que le habían solicitado una entrevista.

Tras conocer la negativa oficial, el partido acordó no participar en la gira y tuvo el respaldo del ex presidente Frei, ahora precandidato para un nuevo periodo. Uno de los parlamentarios democristianos, José Miguel Ortiz, desafió la decisión y acompaña a la mandataria.

En esa disputa, la DC acusa a Bachelet de no ocuparse de la situación de los derechos humanos en Cuba, en contraste con la sensibilidad que suscita el tema en Chile.

 
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