Usted está aquí: miércoles 11 de febrero de 2009 Cultura Descubren importante complejo funerario en la zona de Tlatelolco

■ Consta de 50 osamentas que podrían aumentar a 100: arqueólogo

Descubren importante complejo funerario en la zona de Tlatelolco

Ana Mónica Rodríguez

Un complejo funerario con 50 esqueletos y cinco cráneos enterrados después de la conquista –en la primera mitad del siglo XVI– fue descubierto en el gran basamento de la zona arqueológica de Tlatelolco por el equipo que encabeza Salvador Guilliem.

El hallazgo, explicó el arqueólogo, se efectuó en la etapa 4 de la estructura prehispánica, a una profundidad de 80 centímetros, y según estudios preliminares esos entierros datarían de 1523 a 1545, después de la llegada de los españoles o cuando hubo una fuerte mortandad en la región.

“Otra hipótesis es que los 50 esqueletos y cinco cráneos sean de las víctimas de las pestes de 1545 y 1576, o de las matanzas ocurridas durante la conquista en 1521.”

El experto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dijo que el hallazgo de las osamentas de 45 adultos jóvenes, un anciano, tres adolescentes y un infante fue realizado en orden; los esqueletos “fueron colocados en posición de norte a sur y con las manos sobre el pecho”.

Respecto de los esqueletos, aclaró que 14 están incompletos y todos son al parecer de indígenas. Los cráneos fueron hallados con anterioridad, pero forman parte del mismo entierro.

“Hablamos de las evidencias de la imposición de un nuevo orden católico mediante un complejo funerario que podría aumentar a 100 osamentas”, agregó Guilliem.

Además, enfatizó, los esqueletos fueron “descubiertos en una ubicación ordenada a partir del centro de la edificación prehispánica, marcada por cuatro lápidas. La posición que guardan es boca arriba con los brazos cruzados sobre el pecho, a la usanza cristiana”.

Guilliem dijo que casi todos los elementos asociados a las osamentas poseen características prehispánicas en 90 por ciento y el resto pertenece a la Colonia.

“También se descubrieron objetos de madera laminada –quizá restos de féretros–, clavos de metal y algunos botones de hueso, concha nácar, un anillo y restos de un collar de cobre.”

El hallazgo ocurrió a finales de 2008, durante las exploraciones que se realizan en el sitio para obtener evidencias de materiales que confirmen la fecha de construcción de la Etapa I del Templo Mayor de Tlatelolco.

Inaugurarán museo de sitio

En otro tema, Salvador Guilliem manifestó que durante las exploraciones en el Templo Mayor de Tlatelolco –la estructura principal de ese sitio–, en julio de 2008 se realizó un túnel de 3.60 metros de profundidad y un pozo para descender a la parte centro- norte de la pirámide, donde los especialistas piensan que se encuentra una ofrenda de finiquito de la época de construcción de la Etapa II (1276), lo cual significaría que Tlatelolco antecedió a la gran Tenochtitlán.

“Al avanzar hacia el centro y a 2.30 metros de la Gran Pirámide, encontramos gran cantidad de huesos humanos sin ninguna relación anatómica, como costillas, cráneos o falanges.”

El arqueólogo, quien aludió a las crónicas de la época, dijo que podrían ser de las personas que resistieron la toma de Tenochtitlán realizada por Hernán Cortés.

La tercera temporada consecutiva para buscar la ofrenda en el Templo Mayor de Tlatelolco se iniciará en las próximas semanas.

Entre octubre y noviembre será inaugurado el Museo de Sitio y la Caja de Agua novohispana, en la cual los expertos del INAH han trabajado desde 2002 y que ha arrojado alrededor de 60 mil objetos y 27 mil fragmentos de pintura mural.

 
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