Usted está aquí: jueves 5 de febrero de 2009 Política Ratifican multa contra Convergencia, PRD y PT por espot de manos sucias

■ Las campañas deben ser de ideas, no de calumnias: TEPJF

Ratifican multa contra Convergencia, PRD y PT por espot de manos sucias

Fabiola Martínez

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE) sobre una sanción impuesta a PRD, PT y Convergencia por haber calificado –durante los comicios de 2006– a Felipe Calderón de ser una persona de “manos sucias”.

La resolución del tribunal es definitiva e inapelable, por lo que el PRD deberá pagar una multa de un millón 462 mil 613 pesos, mientras los partidos coaligados serán sancionados, cada uno, con casi medio millón de pesos.

La decisión fue adoptada ayer en forma unánime por los magistrados de la sala superior del TEPJF, con el argumento de que la libertad de expresión es un derecho constitucional vigente; sin embargo, deben ser vigilados los límites que impone la Constitución a esta garantía. Por esa razón se aplicarán sanciones económicas a los partidos que postularon candidato presidencial a Andrés Manuel López Obrador.

Los magistrados coincidieron en afirmar que el promocional de los partidos que en 2006 integraron la coalición Por el Bien de Todos incurrió en un acto de denigración a las personas al plantear en su mensaje la frase citada.

Precisaron que si bien el mensaje de “manos sucias” es parte del derecho a la libertad de expresión, al establecer la vinculación entre uno y otro elemento transgredieron los límites del debate político que fija la ley.

El magistrado ponente, Constancio Carrasco, manifestó que la coalición violó el artículo 38 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales; aclaró que no se sancionaría si sólo se hubiera criticado la postura del entonces candidato del PAN a la Presidencia acerca del Fobaproa y el incremento del impuesto al valor agregado en medicinas y alimentos, sino la parte en que se afirma que Calderón tiene las “manos sucias”.

Eso implica, dijo Carrasco, “de manera enfática y clara, que quien tiene las manos sucias en la función pública con su desempeño privado es una persona inmoral y que sus actos se apartan de la moralidad, en este caso, pública, que debe tener un candidato”.

La magistrada presidenta del tribunal, Carmen Alanís, lamentó que aún estén resolviendo asuntos de 2006. Explicó que el TEPJF ya se había pronunciado sobre el particular y devolvió el expediente al IFE para una nueva resolución, la cual fue emitida en noviembre pasado, ante la cual se inconformaron otra vez los partidos afectados.

Al argumentar su voto en favor del proyecto, Alanís señaló que en un sistema democrático los ciudadanos gozan de plena libertad para expresar sus ideas, pero eso no significa ni implica que la honra, la reputación y la dignidad de las personas, los candidatos, no deban ser “jurídicamente protegidas”.

 
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