Usted está aquí: lunes 2 de febrero de 2009 Economía Dinero

Dinero

Enrique Galván Ochoa
[email protected] • Foro: http://dinero.tv

Los dos chiflados

■ Davos: chacoteando la tragedia

■ ¿De qué ríen?

Cada vez que un estudiante de la UNAM o el Poli es rechazado, o cada vez que se desintegra una familia porque el padre o la madre se van de braceros (o regresa su cadáver), o cada vez que una mujer pierde a su bebé en una clínica del gobierno por falta de médico, medicinas o equipo, deberíamos preguntarnos qué hacen los políticos con el dinero de nuestros impuestos y el petróleo. Tendríamos que revisar el presupuesto federal de egresos y no tardaríamos en hallar el subsidio anual al Fobaproa/IPAB, incorporado por primera vez en 1999, por el rescate bancario. Si lo rastreamos, descubriremos que tres presidentes –Zedillo, Fox y Calderón– le han asignado casi 400 mil millones de pesos y todavía faltan por pagar más de 700 mil millones. (Ver gráfica.) Alguna vez le pregunté a Fox en Los Pinos –a su lado se encontraba como siempre la señora Marta– qué pensaba hacer. Dijo que ese tipo de deudas nunca se terminaban de saldar, sólo se van abonando. Eran los comienzos de foxilandia. Un día inopinadamente anunció que el capítulo Fobaproa estaba cerrado. Fox había pedido dinero prestado para pagarles por anticipado a los mismos banqueros. Es el colmo del absurdo: los recursos que el gobierno sustrae año con año del presupuesto son para cubrir los intereses del dinero que prestaron para que el gobierno les pagara por adelantado. Pareciera un crimen perfecto. No tanto. Los mexicanos más conscientes y politizados están enterados. El dinosaurio priperrepánico tiene que conservarse en el poder por el resto del siglo cuando se cubrirá el último bono y siempre hay sorpresas. Por lo pronto ya sucedió algo imprevisto: los bonos de deuda del Fobaproa/IPAB, cifrados en pesos, también se depreciaron con la devaluación en 40 por ciento.

Vendió barato

Zedillo fue a Davos a decirle a los financieros que el Fobaproa mexicano americano está costando menos que el mexicano. ¿Fue un sutil reclamo?: “si les di tanto, merezco más”. Aunque debe tener su guardadito, a los ojos de la opinión pública aparece simplemente como un milusos que cobra en empresas de sus cuates. Ahora que ve las características del rescate en Estados Unidos tal vez piense que malbarató sus servicios: él no pidió a los bancos que entregaran parte de las acciones al gobierno por el dinero que les dio. Uno de los secretos mejor guardados de la gente de dinero es que en el fondo ve con desprecio a los políticos del tercer mundo de quienes se sirven: los usan, les dan palmaditas en el hombro, los enriquecen inclusive… pero los desprecian.

Asientos

Calderón dijo orgullosamente que gracias al Fobaproa México tiene hoy una banca sólida. Omitió decir que no es mexicana, sino extranjera. Por otro lado, la dura oposición que representaba como presidente del PAN a Zedillo no era ni tan dura ni tan oposición. Pedía la cabeza de Guillermo Ortiz, el gobernador del Banco de México, por su involucramiento en el esquema del rescate. Al final se conformó con impedir que Ortiz ocupara por algunos años un asiento en el consejo del Fobaproa/IPAB. Luego el panismo reculó. En su viaje de regreso a México le dio un asiento a Ortiz en el avión presidencial.

e@Vox Populi

Asunto: ¿de qué ríen?

Leo con interés la nota sobre la reunión de un ex presidente surgido de un asesinato (Zedillo) y de otro nacido de un fraude. Hablan en inglés, para mí es la primera muestra de desprecio hacia el país que dicen representar. Enseguida hacen sorna de la situación económica actual de México. Ríen. Alguno se atreve a decir “tuvimos una crisis espantosa” y quienes los rodean ríen a carcajadas. El enorme secretario de Hacienda hasta de espaldas se va de tanta risa que le produce la charla. El resultado de sus administraciones, sólo por hablar del tema económico, está a la vista: una deuda de mayor tamaño que la de Estados Unidos y declarado por su propio artífice; incremento del número de pobres, clase media en extinción, desempleo, inflación, devaluación, baja en remesas, baja en inversión y un largo etcétera. Entonces ¿de qué se ríen? Me amarga la posible respuesta. Uno se imagina la escena final del libro Rebelión en la granja en una reunión parecida, donde los cerdos empezaron a andar en dos patas.

Alejandro Jiménez/Distrito Federal

R: Mi estimado: creo que podemos ponernos de acuerdo en los puntos de tu agudo comentario. Pero, ¿podríamos prescindir de los cochinitos? Merecen respeto.

Asunto: la caída del sistema

Tengo una deuda con HSBC por una tarjeta de crédito. A mí sólo me es posible juntar el dinero de mis pagos al final del mes, puesto que mi sueldo lo recibo en esos días, y es justo cuando está cerca la “fecha límite” para depositarle al banco. Quiero denunciar una práctica desalmada que viene haciendo. Precisamente uno o dos días antes de que termine el mes, como por arte de magia “se les cae el sistema”. Las comisiones que cobra son exorbitantes, y no se digan las penalizaciones por retardos. Se quejan de la morosidad, pero no dicen que son ellos mismos los que la propician. Espero que este reclamo tenga eco en tu columna (ni hablar de la Condusef, que más bien existe para proteger a los cuates de Luis Pazos contra las quejas de los usuarios).

Sergio Ortiz/Ciudad Nezahualcóyotl

R: ¿Por qué no le pides a HSBC que te cambie la fecha de pago?

 
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